Nery Pumpido, el nuevo entrenador contratado por Ñuls para hacerse cargo del primer equipo, cumple con el perfil ideal de técnico copero. La desacertada experiencia del chileno Juvenal Olmos, en su breve paso por la institución, no dejó demasiadas alternativas en cuanto a preparar al equipo de cara a la próxima Copa Libertadores. Un objetivo de máxima que también puede jugarle en contra, ya que una exigencia desmedida, cuando se pierde, hace estallar en mil pedazos las ilusiones y la paciencia de los hinchas, y el técnico se convierte en el primer fusible de un fracaso estrepitoso.

De esto algo sabe el ex arquero de la selección nacional, nacido en Monge el 30 de julio de 1957, quien a pesar de conseguir el trofeo sudamericano con Olimpia de Paraguay y de haber llevado a los Tigres de Monterrey a una final del campeonato mexicano, no se fue tan bien de esos destinos, como pueden marcar sus pergaminos de entrenador. De todas maneras, haciendo una breve recorrida en su paso por los clubes mencionados, la forma de moldear a sus equipos no es ninguna sorpresa para los entendidos. De Pumpido técnico, todos destacan el orden con los que plantea estratégicamente los encuentros.

Cuando llevó a Olimpia de Paraguay a conseguir la Libertadores del 2002, mucho se habló sobre el trabajo silencioso que realizó para conformar un equipo solidario. Con un inamovivble 4-4-2, ayudó al rey de copas paraguayo a levantar nuevamente el máximo trofeo sudamericano, tras vencer a Sao Caetano -conjunto que no tenía las características típicas de un equipo brasilero-, en una final que se definió por penales.

A pesarde que su tarea fue reconocida unánimemente, Pumpido tuvo que negociar su continuidad con un dirigente, Osvaldo Domínguez Dibb, que estaba muy preocupado por trabajar como precandidato a la presidencia de su país por el Partido Colorado, y no atendía al club como pretendía el argentino. Es más, Pumpido puso su mejor cara para participar del sorteo de la Libertadores del año siguiente, realizado en Asunción, y en el que manejó uno de los bolilleros, para renunciar unas horas más tarde.

Su última experiencia como director técnico fue en el mexicano Tigres de Monterrey, al que dirigió durante 18 meses, y con el que fue subcampeón en 2003. Pumpido se alejó del club mexicano en noviembre del año pasado porque los resultados no fueron los esperados.

La personalidad de Pumpido es otro de los temas que pocos pueden discutir. En momentos de mucha presión, esa característica lo llevó a granjearse enemistades con algunos medios. Fueron recordadas por la prensa mexicana sus actitudes histriónicas en uno de los partidos finales que disputaron los Tigres con Pachuca, en los que además estuvo involucrado su hijo, que ingresó al terreno de juego a empujar a reporteros y camarógrafos.

Los mexicanos lo tildaron de "mal perdedor, a pesar de haber ganado todo. Nery Pumpido no solamente insultó a los árbitros, culpó de su derrota a los medios de comunicación y amedrentó, por intermedio de su hijo, que no tenía nada que hacer en la cancha y no tenía por qué empujar ni golpear a reporteros y camarógrafos", según la carta publicada en un sitio web por un simpatizante de Tigres, visiblemente molesto por las actitudes del técnico, que contó con los argentinos Gustavo Campagnuolo, Walter Gaitán, Andrés Silvera y el actual volante rojinegro, Claudio Husaín, en sus filas.

El perfil de Nery Pumpido puede brindarle a Ñuls una buena oportunidad para prevalecer en una dura competencia como es la Copa Libertadores. Por ese motivo fue el elegido para iniciar el camino. Sin esperar a que pase el clásico con Central, como se pensó en un primer momento, ya que para el nuevo entrenador los desafíos importantes son los que fortalecen el espíritu, aunque a veces resulte inevitable que se suelte alguna cadena.