No todo está perdido en Central. En un fallo que desnudó los padecimientos que venía sufriendo la institución, la Jueza en lo Civil y Comercial N° 8, Liliana Giorgetti, resolvió ayer restituir a Pablo Scarabino al cargo de presidente de la entidad y suspender a los dirigentes que le negaron su vuelta al club y le extendieron unilateralmente la licencia. "Estoy muy feliz por lo que hizo la Justicia. Era mi derecho volver y lo hago con el apoyo necesario", expresó Scarabino minutos después de conocer la disposición de la magistrada.

Las noticias que llegaron ayer de Tribunales suponen mucho más que la esperanza de que Central pueda salir de su caótica situación. El fallo de la jueza Liliana Giorgetti representa el resurgir de la Justicia como verdadero actor de preservación de la salud de las entidades deportivas de la ciudad. Y en procura de proteger la autonomía institucional, la magistrada resolvió ayer restituir en sus funciones a Pablo Scarabino y, consecuentemente, suspender a quienes lo marginaron de su cargo.

En su resolución, la magistrada, entre otras cosas, dispuso: 1) Ordenar el cese de las restricciones impuestas por los demandados (los dirigentes) a Scarabino para el ejercicio de las funciones de presidente. 2) Dejar sin efecto lo decidido en forma irregular por la Comisión Directiva. 3) Disponer la suspensión de manera revisable a los 90 días de los miembros titulares de la Comisión Directiva. 4) Requerir de Inspección General de Personas Jurídicas el nombramiento de un veedor que controlará las reuniones de Comisión Directiva por el termino de 60 días, con posterior informe al Tribunal.

En consecuencia Scarabino reasumirá hoy como presidente, secundado por los vocales suplentes Miguel Angel San Martín, Oscar Salcedo, Marcelo Facciano y Pablo Franco. A los 19 directivos suspendidos en su funciones se les iniciará un sumario en donde se dilucidará la gravedad de las "irregularidades" detectadas por la jueza. "Denuncié a las mafias del club y la Justicia me dio el total apoyo. Por suerte la jueza trabajó con independencia. Esto le hace muy bien al club", remarcó el dirigente que está de vuelta.

Scarabino elevó el recurso de amparo luego de que le negaron su ingreso al club y alzando la bandera de la lucha contra las "mafias" y la "corrupción". Esa batalla que prometió librar el titular de Arroyito le abre a la institución una nueva oportunidad de escapar del laberinto que lo tiene atrapado en el plano deportivo, financiero y económico. "Voy a tener que acertar en la gente que me rodea", admitió el titular.

Por ello Scarabino se comunicó ayer con el ex vicepresidente Andrés Poli y el líder del Crece, Eduardo Settimini, a quienes los invitó a colaborar con su nueva gestión. Lo que Scarabino aún no conoce es la situación financiera de la entidad. Eso lo empezará a dilucidar esta mañana. Y para fiscalizar cada movimiento, el presidente tendrá a su lado un veedor que supervisará el actuar de la nueva conducción auriazul.

Tras el agudo revés judicial los dirigentes suspendidos dispararon contra la figura de la magistrada, sobre quien hasta pusieron en duda su título de abogada. "Vamos a apelar. Pero no me llama la atención la decisión de la jueza, porque desde que a podido trató de mandar a Central a la quiebra. Como centralistas tenemos la obligación de pelear contra un prevaricato que se ha producido con esta resolución y vamos a ir hasta las últimas consecuencias", amenazó el suspendido secretario Gonzalo Estévez.

Pero lo cierto es que desde que la magistrada se ocupó por la situación del club, con sus resoluciones no hizo más que poner a resguardo el futuro de la entidad, que otra vez volvió a quedar en manos de Scarabino.