Fue un clima de festejo musical y santafesino el que se vivió durante la noche del sábado en la sala Jorge Luis Borges de la 35ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. El espectáculo musical que la provincia presentara en el último Festival de Cosquín, con la dirección musical de Jorge Fandermole, tuvo una nueva oportunidad -más extensa que la de aquella vez- de recorrer un itinerario protagonizado por la evocación de los grandes maestros. Ariel Ramírez, Chacho Muller, Remo Pignoni, entre otros, fueron parte espiritual de esta "selección verdaderamente bella de músicos de distintas regiones, con un sabor de fusión, con respeto a los distintos géneros y voces, capaz de entender lo popular con verdadera amplitud y sentido estético", tal como puntualizara la ministra de Innovación y Cultura de Santa Fe Chiqui González. También estuvieron presentes el secretario de Producciones e Industrias Culturales, Pedro Cantini; el secretario de Innovaciones Culturales, Alejandro Tejeda; y el director provincial de Producciones Artísticas, Gerardo Agudo.

La delegación musical, integrada por Martín Sosa (piano), Javier Coll (acordeón), Juancho Perone (percusión), Marcelo Stenta (guitarra) y Federico Ramonda (bajo), más una notable selección plural de voces, dio complemento festivo al stand que la provincia de Santa Fe sostiene en la Feria del Libro. Por segundo año consecutivo, la Provincia cuenta con un stand propio, de espacio amplio y con diversidad de propuestas.

"Tenemos más de 600 títulos, y prácticamente todas las editoriales, aún las más pequeñas, que trabajan en el territorio de la provincia están presentes aquí" señaló Pedro Cantini a Rosario/12. Panorama que se vincula, a su vez, con el homenaje que la Universidad Nacional del Litoral recibiera el mismo sábado en su stand con motivo de su 90º Aniversario. Durante la presentación del stand de Santa Fe, Chiqui González no sólo destacó la importancia de la UNL, sino que la refirió como parte de una política cultural donde participar "enhebrando y enhebrándonos". "Con la UNL hemos co﷓producido libros, así como con otras entidades. La tarea de la secretaría de Industrias Culturales y del ministerio, en su conjunto, tiene que ver con el fomento, la visibilidad, la creación de circuitos de exposición y de venta, con el apoyo a los productores de libros y discos santafesinos de calidad, que no encuentran en el mercado más fuerte un lugar de repercusión."

El stand de la provincia se compone de producciones literarias, musicales y de investigación que no solamente tienen a las ciudades de Santa Fe y Rosario como protagonistas, sino también a localidades como Reconquista, Venado Tuerto y Rafaela. "El espacio es del productor, nosotros ponemos el soporte, la estructura, la atención. La parte que nos toca es la de favorecedor, pero el espacio es de la gente que produce. Creemos que si esto lo sostenemos vamos a ver frutos importantes a mediano plazo" remarcó Cantini. "Se trata de hacer visibles para el público nacional, que está concentrado en la ciudad de Buenos Aires, a los productores de bienes culturales santafesinos, a la gente que se dedica a producir libros, discos, audiovisuales".

Sobre la realidad del libro en nuestra provincia, Chiqui González señaló que "recorrer la provincia es algo distinto", ya que permite descubrir "qué libros se demandan, cuántas poblaciones importantes no tienen librería alguna, o en cuántas poblaciones pequeñas los maestros trabajan con fotocopias porque no hay bibliotecas escolares ni populares". La funcionaria puntualizó: "Después de diecisiete años de haberse reglamentado la ley 10.572 (destinada al cuidado de las bibliotecas populares), por primera vez destinamos el 20% del Fondo de Asistencia Cultural a las bibliotecas populares, algo que hicimos en el 2008. Lo cual para nosotros es un orgullo. Los libros están circulando. Los stands en esta feria, los de Santa Fe y Santo Tomé, el nuevo material, las ediciones conjuntas, todo ello es una forma de asistir allí donde no hay librerías".

Según Cantini, "en los primeros días de la feria, donde no está abierta al público, circulan los llamados 'profesionales', que son compradores de todo el mundo que buscan de todo: expresiones de la cultura, del conocimiento, producciones que no sean las que circulan habitualmente; a veces es muy sorprendente el tipo de material que compran, es decir, ellos saben por qué lo hacen, quiénes son sus clientes, quiénes se van a interesar desde un lugar remoto, al que probablemente el productor de ese libro nunca hubiese ido y, sin embargo, su libro llega. Ésa es un poco la mecánica de producción de este tipo de bienes: poner a la vista de los demás. Si bien producir es fundamental, circular es lo que completa el sistema. Si alguien no toma ese libro o disco para sí, el círculo no se cierra."

"Es un panorama complejo, de tejedor. La producción de bienes culturales de calidad es verdaderamente una industria, pero no asociada con el mercado. Tiene que ver con el mercado como lugar de circulación, pero también se toca con el fomento y con lo público, para el sostén de aquellos que no pueden alcanzar los mercados 'centrales'. Ésa es la gran intención de este stand", puntualizó Chiqui González.