En su renacimiento, en la posibilidad de evolución y supervivencia que implica el desembarco de nuevos creadores, el tango argentino recuperó calidad, criterio, contundencia y algo de su poética. Con una diversidad de propuestas que van desde la cruza aun con géneros impensados hasta hace algún tiempo (la electrónica, por caso) hasta la recuperación de formaciones tradicionales, el movimiento impulsado por jóvenes artistas no siempre se remontó hasta las propias raíces de esta música rioplatense, labor que sí ha cautivado a Juan Pablo Díaz Hermelo, investigador, docente y compositor que hace poco más de un año se puso al frente de Los Faroles, el proyecto que comparte junto a la joven cantante Natalia Bazán, los percusionistas Miguel Figueroa, Agustín Alfonso y Doby Dorfman, Gaspar Porto en bajo y contrabajo, y Nahuel Perkal en bandoneón y armónica. Esa formación será la que el próximo lunes, a las 19, llegará a la esquina de Güemes y Alvear para brindar su primer show en Rosario.

Sintéticamente, el repertorio de Los Faroles está atravesado por la raíz popular de la música rioplatense, sin descuidar la herencia que recibió desde Africa, permitiéndose desde allí el cruce entre tango y diversos ritmos latinoamericanos, según ejemplifica Díaz Hermelo en diálogo con Rosario/12: "Con Natalia hicimos la 'Milonga de los caudales' donde usamos un poco el acompañamiento de tambores de Sebastián Piana, que después tomaron Castillo y Tanturi, y le dimos una estructura de salsa. El acompañamiento es tanguero, de la guardia vieja, pero la forma es de una salsa. Es una mirada un poco más latinoamericana de la música de Buenos Aires. Los autores modernos con los que compartimos el espacio de trabajo en la ciudad son más europeos, buscan la fusión con la música contemporánea, y hacen cosas disonantes que terminan convocando un público intelectual en lugar de un público popular, que es a lo que nosotros estamos apuntando".

En ese marco, la búsqueda del grupo bonaerense aparece como respuesta a un fenómeno que se ha hecho evidente en su ciudad, pero también en otras como Rosario. "En los últimos diez años se multiplicaron las murgas y comparsas de candombes --explica el guitarrista--. Es una mirada que como artistas no podemos dejar de considerar. La música contemporánea no se multiplicó por los barrios, eso es un detalle que se les escapa a varios. Tanto los grupos de candombe como la murga tienen una raíz hermanada con el tango y la milonga. Varias murgas tienen los antiguos toques de tambor de Buenos Aires, y Los Faroles son un poco éso".

La visión de Díaz Hermelo se sustenta en algunas de las investigaciones que ha realizado en torno a la música latinoamericana. Y si de investigaciones se trata, el guitarrista fue una pieza fundamental de Tocá madera, el ciclo de documentales musicales emitido por Encuentro y conducido por Rodrigo de la Serna, su antiguo compañero en el grupo Yotivenco. De esa experiencia para la televisión surgió el contacto con la cantante Natalia Bazán. "Tuve la suerte de conocerla y escucharla cantar, y me partió la cabeza. Tuve la suerte además de que aceptara hacer este proyecto conmigo, y llama la atención que una chica de 22 años componga y cante como Natalia, que además actúa y la está rompiendo como intérprete".

Además del carácter de debut, el show del próximo lunes en Rosario marcará para el grupo el comienzo de una extensa gira, que hasta los primeros días de febrero lo llevará por Córdoba, Tucumán, Salta, Purmamarca, Tilcara, Humauhaca, Bolivia (con presentaciones en Tarija, Uyuni, Potosí, Oruro y La Paz), Perú (Lima), Ecuador (Ambato, Quito y Macas) y Colombia (Pastos, Cali y Medellín). A cada una de esas ciudades el septeto llevará una propuesta que le devuelve al tango el carácter popular propio de un género que, en los 80, vio desvirtuada esa condición a partir de la consolidación de una movida for export que lo puso en una situación de letargo.

"Llegado un momento el tango se volvió una cosa clase B para turistas, donde muestran bailarines que se prenden fuego, con ropa que no se usa, con viejos con quinchos color zanahoria y tipos hablando con la boca torcida", coincide, y grafica, Díaz Hermelo. Y concluye: "Eso lo que hizo fue destruir uno de los movimientos culturales y artísticos más importantes del siglo XX. El tango fue el primer movimiento del siglo XX en América, fue el precursores del videoclip, tuvo de los mejores poetas de la lengua hispana, tremendas orquestaciones, geniales melodistas, se desarrolló en el teatro con el sainete, tuvo al filete. Con la muerte del tango en los 80 se negaron todas las virtudes de un género innovador, revolucionario y realmente popular. Nosotros con Los Faroles estamos haciendo algunos trabajos audiovisuales, buscando precisamente recuperar aquella estética. De alguna manera, junto a otros grupos buscamos recuperar el espíritu del tango, que tiene además una filosofía hermosa".

Conocedores de las raíces, convencidos de la capacidad de interacción entre ritmos del continente, Los Faroles llegarán a Rosario con Exitos de monoambiente, donde demuestran que no hay futuro posible si se pierde de vista el pasado.