Martes, 20 de octubre de 2015 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › PLASTICA. RANDOM EN EL MUSEO DE ARTE CONTEMPORáNEO DE ROSARIO
La propuesta del Macro consiste en convocar a colectivos de artistas jóvenes para que impriman a la institución la dinámica intensa de los espacios alternativos, ésos que se mueven a pulmón con más sueños de gloria que realidades.
Por Beatriz Vignoli
El espectador o la espectadora que llegue al Macro (Museo de Arte Contemporáneo de Rosario, Boulevard Oroño y el río) antes del 10 de noviembre, encontrará la planta baja convertida en una tupida selva. No se trata de abandono ni de que la maleza le haya ganado al cemento, sino de una intervención titulada Del vacío un bosque. Es obra del grupo Crudo, que integran Yazmín Weli, Fepi Farina y Yuyo Gardiol, gestores del espacio Casa Espacio en obra. "Desde el exterior, si se mira el vidrio de ingreso se puede ver reflejado el río Paraná", anuncian. (Cabe agregar que la ambientación expande búsquedas previas. Por ejemplo, un ramaje hallado en las calles brasileñas integró la instalación presentada por Gardiol en San Pablo en 2013, en el marco del proyecto Souvenir dos sonhos, con curaduría de Luis Vignoli).
Esta foresta que ya empieza a oler a seco es parte de Random, una propuesta del museo que fue inaugurada al 28 de agosto. Esta consiste en convocar a colectivos autogestionarios de artistas jóvenes para que por dos meses impriman a la institución la dinámica intensa de los espacios alternativos que se mueven a pulmón con más sueños de gloria que realidades. Estos ámbitos operan en relación al campo institucional del arte como usinas de ideas donde se prueban, a bajo costo, proyectos más afines al espíritu vanguardista de fusionar arte y vida que los que podrían generarse desde lo institucional y visible.
De todos modos lo institucional está presente desde el inicio, ya que quienes integran estos grupos proceden mayoritariamente de la Escuela de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades de la UNR; el campo social de lo "alternativo" es una élite universitaria cerrada, capaz de apropiarse de expresiones y actores de campos más populares.
En el sexto piso, se presentan registros documentales de los talleres realizados por SUB Escuela, "una escuela portable" surgida en 2012 desde la Escuela de Bellas Artes de la UNR. La integran Silvina Amoy, Agustina Beccaria, Eliana Bianchi, Florencia Boaglio, Victoria Bueno, Nadia Casella, Rocío De Zavaleta, Franca Di Iorio, Ernestina Fabbri, Federico Gloriani, Anahí Laurencena, Estrella Mergá, María Virginia Molinari, Damián Monti Falicoff, Marina Montivero, Ximena Pereyra, Virginia Sotti y Guillermina van Kemenade. Los talleres que organizan, convocando a docentes diversos, parodian el "how to" de los manuales y tutoriales, enseñando saberes tan diversos como resolver problemas ("cómo decir que no"; "cómo organizar los archivos de la computadora"), "Cómo remendar ropa" (este sábado a las 16, a cargo de Nilda Rosenberg) o cómo hacer una fiesta (con Pablo Boffelli, el 7).
El quinto piso del Macro es el más lindo de todo el museo. Con sus ventanales al río que llenan la sala de luz natural, alberga los pocos elementos materiales de Embrujo salvaje al Macro, obra del Colectivo Avispero que consiste básicamente en acciones artísticas. Estas integran un "work in progress chamánico", con un ritual mensual. En la invocación a San Miguel pintada con aerosol rosa fluo en uno de los muros se reconoce la letra de la impulsora del proyecto: Virginia Negri, artista y gestora del espacio Embrujo en Galería Domincis. En otras paredes conviven artefactos mágicos y símbolos esotéricos con textos más mundanos como "Cerveza a 30 pesos". Tributo a la Luna, el viernes 23 de octubre a las 19:07, será el penúltimo rito antes del "cierre del portal". Cierta sensación de inminencia de acontecimientos imprevisibles rodea al asunto como un aura bienvenida de caos mágico.
En el cuarto piso, Cuatro Cuartos ofrece una selección de proyectos realizados en residencias de artistas, con textos de los artistas describiendo lo que crearon, dónde y con qué institución. En los casos donde es posible, hay fragmentos o registros de la obra. Un aura de seriedad modernista distingue a este piso del resto de Random.
Proyecto con sede en Cañada Rosquín (Santa Fe), centrado en el formato residencia e integrado por Clarisa Appendino, Gastón Miranda, Federica López y Analí Chanquía, Cuatro Cuartos abrió una convocatoria a artistas de Rosario que hubieran participado de residencias, becas o intercambios en el transcurso de su formación. Daniel García, Paulina Scheitlin, Patricia Spessot, Federico Gloriani, Carmen Pezido, Ximena Pereyra y Gabriela Gabelich fueron seleccionados para exponer en esta sala. Cuatro Cuartos cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes y el aval académico de la ya mencionada Escuela de Bellas Artes.
En el tercero, el grupo Tambor de Truenos (Caro Villanueva, Clara Federica Chiossone, Majo Badra y Carlos Aguirre) presenta expresivas instalaciones con elementos escultóricos realizados en pan, simulando objetos arqueológicos primitivos en una tendencia hoy á la page (cultivada también por Adrián Villar Rojas o Pauline Fondevila).
"Adentro, en todos los medio pisos se asoma una publicación enmarcada en una escena que se va replicando infinitamente hacia arriba de manera idéntica. Por su condición topográfica dentro del Macro, este espacio es un lugar de paso donde, ahora, las personas se detienen", escribió Ernestina Fabbri en una crónica del evento. Junto a Eliana Bianchi y Franca Di Iorio, Fabbri integra La Magdalena de Hoy, el grupo autor de la publicación a la que se refiere: Equinoccio, un artefacto tan inclasificable como fascinante que incluye un grabado original y un listado de artistas rosarinos, entre otras sorpresas.
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