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Loros y políticos

Hace poco más de 20 años un grupo de funcionarios de comunicación social de las entonces provincias justicialistas trabajamos arduamente en la elaboración de un proyecto de ley de radiodifusión que, Menem mediante, naufragó, como tantos otros.

El recientemente presentado recoge -como pocos proyectos de ley lo han hecho en la historia argentina el reclamo de muchísimos sectores, medios alternativos, trabajadores de la comunicación, casas de estudios, por mencionar algunos. Es un trabajo que a través de audiencias públicas incorporó sugerencias, fue masticado y discutido.

Sin embargo, buena parte de la oposición manifiesta su contrariedad y repite, como coro de loros, palabras tales como chavinización, cerrojo de la libertad, monopolización del estado.

Dudo de la seriedad de muchas de esas expresiones si nos encontramos con un De Narváez que dice estar en contra aunque no lo haya leído. O del senador santafesino que, dada su trayectoria y capacidad de expresión no me consta que pueda comprenderlo cabalmente.

Según algunos legisladores electos, deberíamos cerrar el Congreso hasta el 10 de diciembre. Y esto de cerrar el Parlamento me recuerda a otros tiempos en los que lo primero que hacía una dictadura era clausurar el ámbito de representación política.

¿Se creen ungidos desde el 28 de junio por los santos óleos? ¿Será esto acaso porque la benemérita jerarquía eclesiástica argentina -la misma que avaló cuanta dictadura militar asoló estas pampas apoya el reclamo?

No es tiempo para la discusión, repiten. Más de dos décadas de democracia parecen no habilitar el debate sobre el decreto ley firmado por Videla y mal emparchado por sucesivos gobiernos constitucionales.

Siempre es tiempo para debatir, transformar la realidad, para eso están los gobiernos, para eso los votamos. El argumento sobre que no debe ser una ley contra nadie desemboza el miedo a las grandes corporaciones mediáticas. Es obvio que cualquier proyecto que pretenda cambiar el statu quo afectará intereses.

¿No se escandalizaron muchos de estos políticos y políticas cuando se recortó el 13 por ciento de los magros haberes jubilatorios, o se votaron las leyes de obediencia debida y punto final, o...?

Recién iniciados en nuestra provincia los juicios por los crímenes de lesa humanidad cometidos por el terrorismo de estado, no puedo menos que volver a advertir cuánta falta nos hace una generación brillante que fue arrasada y cuya ausencia se nota cada vez más.

Viviana Della Siega