rosario

Viernes, 4 de septiembre de 2009

CORREO

Violencia

Todos los argentinos y en especial para quienes vivimos en la provincia de Santa Fe sentimos que estamos frente a jornadas memorables, ya que este lunes 31 de agosto se iniciaron los juicios por crímenes de lesa humanidad. Un sereno alivio nos invade porque de ahora en más podremos mirar a los ojos a nuestros hijos cuando tengamos que explicar quiénes fueron los responsables de los 30000 hermanos desaparecidos en la última dictadura.

Y justo en medio de esta celebración callada pero robusta de hacer justicia con estos matadores de aquellos pibes de los años 70, algunos hombres públicos, realizan afirmaciones que reeditan la impunidad y violencia de aquellos genocidas que hoy están en el banquillo.

"Hay que unirse y quemar a las ratas que viven en el barrio de atrás" fueron las declaraciones del ex candidato del Pro al concejo de Galvez. "Evitar que crezcan" concluyó el hombre. Se trata del veterinario Julio Fornari, que estaba sexto en la lista.

En un hecho con similares características, hace unas semanas el presidente del Concejo de Arroyo Seco, Miguel Angel Coradini, propuso como solución a la inseguridad "matar a cintazos a los pibes que se falopean y salen con el revólver".

La clara consigna de aquellos genocidas hoy reverdece en estos prototipos públicos de represores.

Es triste pero necesario aceptar que este razonamiento fascista no es espasmódico, por el contrario esta instalado como un valor en un vasto sector de nuestra sociedad.

A medida que recrudecen algunos niveles de inseguridad o de violencia en hechos delictivos, sube en decibeles el concepto de "desprecio", varias veces acompañado de la exigencia de bajar la imputabilidad de los menores o de mayor presencia policial.

Salta a la vista que aquellos que piden mayor represión desde ciertos estratos del Estado, o desde las leyes, en ningún momento intentan un análisis mínimo de las causas. Según su mirada, parece que la delincuencia naciera de un repollo, o peor, que fuera una cuestión genética.

Parece que los delincuentes son solamente aquellos que sobreviven en la pobreza, o nacieron en ella, teniendo nada más que piedras, una pelota de trapo, tierra y agua hedionda de las zanjas para jugar.

Da mucha bronca todo esto. Hay que sacarse la careta y nombrar a los responsables. Sólo así construiremos una verdadera sociedad para nuestros hijos. Una sociedad para todos, en vez de un potrero donde la muerte acecha cada día.

Claudia Saldaña

Diputada provincial

Compartir: 

Twitter

 
ROSARIO12
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.