Fue el primer encuentro cara a cara tras la tormenta de principios de mes, después de las acusaciones cruzadas sobre piquetes politizados y mal manejo de la emergencia. Ayer, Miguel Lifschitz recibió en el Palacio de los Leones a los jefes de bloque del Concejo. Durante casi dos horas el intendente y los concejales analizaron los principales temas de la ciudad y el manejo de la situación tras el temporal de semanas atrás. Hubo pases de facturas, pero se priorizó el acuerdo sobre "políticas de Estado" para resolver los problemas estructurales de Rosario. En ese sentido se consensuó gestionar recursos ante la Nación para erradicar asentamientos irregulares y al mismo tiempo optimizar los mecanismos de alerta metereológico a través de la creación de un sistema regional a nivel provincial, que incluirá tres estaciones en el Gran Rosario: Pérez, San Lorenzo y Villa Gobernador Gálvez. El secretario de Protección a la Comunidad de Santa Fe, Marcos Escajadillo anticipó que está a punto de salir un subsidio del BID por 800 mil dólares para crear un programa de prevención y concientización ante fenómenos climáticos.

Lifschitz estuvo acompañado por gran parte de su gabinete. Todos las bancadas del cuerpo llevaron a su máximo referente. El cónclave duró algo más de hora y media y fue "muy cordial, aunque hubo algunos pases de facturas recíprocos", confió a este diario un funcionario. De hecho, algunos ediles opositores aprovecharon para criticar en persona parte del operativo realizado por el municipio tras el temporal la tiempo que marcaron su malestar por las denuncias socialistas en torno a la presencia de punteros políticos de sus agrupaciones en los piquetes.

"Realmente fue un encuentro muy bueno, al que creímos necesario convocar con agenda abierta para abordar varios temas que son de preocupación del Ejecutivo y del Concejo", expresó Lifschitz. El intendente precisó que el objetivo de la convocatoria fue comenzar a establecer un ámbito en el que, "más allá de las polémicas coyunturales, puedan abordarse distintas problemáticas que requieren tratamiento a nivel de políticas de Estado como producto de un trabajo consensuado". En ese sentido Lifschitz incluyó situaciones derivadas de "la pobreza estructural y la falta de viviendas", que, remarcó, quedaron expuestas con crudeza tras el temporal de días atrás.

A lo largo del encuentro se coincidió en el objetivo de optimizar los mecanismos de alerta metereológico a través de la creación de un sistema regional a nivel provincial que complemente el servicio que brinda el ente nacional. Al respecto, Escajadillo confió a este diario que la provincia viene gestionando hace un par de meses un aporte de 800 mil dólares ante el Banco Interamericano de Desarrollo para implementar en todo el territorio santafesino un plan integral de prevención y respuesta frente a potenciales intensos temporales.

"El cambio climático es una realidad. Ante este escenario tenemos que optimizar la información y las herramientas con las que contamos y concientizar a la población sobre los fenómenos y sus consecuencias", detalló el funcionario. El programa incluye tareas educativas, capacitación de observadores satelitales y tres estaciones metereológicas para el Gran Rosario: una al oeste en Pérez, otra al norte en San Lorenzo y una tercera al sur en Villa Gobernador Gálvez.

Otro de los temas que se incluyeron en la agenda de la conversación fue el transporte urbano de pasajeros, cuya situación a nivel local "al igual que muchos de los otros aspectos abordados" no es ajena al contexto económico nacional, según planteó el intendente. En ese sentido, Lifschitz explicó a los titulares de bloque los fundamentos del pedido de autorización para reforzar el subsidio municipal al sistema con una partida de casi siete millones de pesos para paliar el déficit estacional de los meses de enero y febrero. Al respecto las bancadas opositoras adelantaron una postura positiva aunque advirtieron que reclamarán precisiones a la Secretaría de Servicios Públicos.