Los trabajadores aceiteros de San Lorenzo cumplieron ayer quince días de piquetes frente a la planta que Cargill tiene en Puerto General San Martín. Exigen lisa y llanamente un encuadramiento en el convenio de trabajo del sector: un 60 por ciento de los operarios que al ser contratados por empresas de recursos humanos o cooperativas, se ubican bajo la figura del tercerizado. Según Pablo Reguera, secretario del Sindicato de Aceiteros "en este momento de tres mil trabajadores aceiteros en el San Lorenzo, dos mil fueron contratados a través de terceras empresas". La diferencia no es menor: menos de la mitad del sueldo que un trabajador encuadrado en su convenio, mayores medidas de seguridad laboral y un reconocimiento al momento de situaciones críticas.

Desde el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo, explicaron que se encuentran bloqueando el ingreso de transportes de gran porte desde hace dos semanas "ya que desde hace ocho meses que realizamos un reclamo de ajuste salarial".

Los empleados que e encuentran tercerizados o contratados perciben ingresos por 600 pesos. En tanto, solicitan un incremento en sus haberes a 1300 pesos. "No impedimos el ingreso de trabajadores y compañeros", explicó el secretario Reguera.

El dirigente explicó que "desde hace meses venimos negociando un ajuste salarial para los tercerizados, que es una mano de obra muy barata. Les pagan lo que quieren y le aplican cualquier convenio, por ejemplo el de recolección y barrido, el de la UOCRA (construcción) o del de Empleados de Comercio, que no tiene nada que ver con esta actividad, y le hace cumplir nuestro trabajo". Y remarcó que "ante el reclamo, las empresas se han negado a mejorar los salarios".

"Los tercerizados representan hoy más del 60 por ciento de la totalidad de los trabajadores de la actividad. La diferencia salarial no es menor entre un aceitero encuadrado en su convenio y un tercerizado: hay un 120 por ciento de diferencia salarial entre uno y otro, además de carecer de seguridad porque no tiene la capacitación que un personal de nónima de empresa".

"Además -agregó- en algunos casos se le llega a dar la ropa en una plaza porque no quieren ni siquiera abrir un local para no pagar impuestos. Todo esto genera que cuando esta gente cuando tiene problemas no tiene donde quejarse. Estas empresas pagan salarios muy bajos, y operan en Nidera, Bunge, Vicentín y Cargill".

El próximo martes, con la presencia del ministro de Gobierno, Roberto Rosúa; el titular de Trabajo Gianneschi, los diputados provinciales integrantes de la Comisión de Seguimiento y Mediación de conflictos social en el Gran Rosario y la intendente Mónica de la Quintana, en representación de los jefes comunales, se realizará un encuentro con empresarios y representantes laborales del sector aceitero, acordándose también el levantamiento de los piquetes existentes para facilitar el diálogo que conlleve a la solución del conflicto.