Tres policías de la Unidad Regional II y un detenido en la Alcaidía Mayor fueron procesados luego de que el preso se fugara del penal tras pagarle 10 mil pesos al oficial de guardia, en abril pasado. El hecho ocurrió con anuencia del oficial del Servicio Penitenciario y ante los ojos de los dos agentes del área donde estaba alojado Emiliano Rodríguez, que advirtieron que no había regresado a su celda, cinco horas después. Rodríguez fue procesado por cohecho, tras ser recapturado el 18 de abril.

El juez de Instrucción 7º, Juan Andrés Donnola, consideró que existen elementos suficientes para llevar a juicio a los acusados del hecho acaecido durante la Semana Santa pasada. Es que el propio detenido dijo que el oficial Matías Olmos "lo sacó del Contenedor A para ponerse a arreglar la moto que le pertenecía a este último y que en un momento dado el policía le dijo que si tenía 10.000 pesos para darle él podría irse del lugar". Ante ello, Rodríguez llamó a su hermano para que le alcanzara el dinero y posteriormente salió por "un portón sin ningún tipo de llaves o candados, con un mero pasador".

Alrededor de las 18 del 7 de abril pasado, Rodríguez fue trasladado por pedido de Olmos para realizar tareas de limpieza y destape cloacal; sin embargo, alrededor de las 23, los agentes a cargo del interno advirtieron que éste no había regresado. Olmos "en ningún momento puso en conocimiento de la superioridad que el interno iba a ser retirado ese día para hacer tareas en las cloacas del lugar, circunstancia que queda en evidencia por el propio imputado quien recién siendo las 23 horas le comunica al encargado de Alcaldía, Maximiliano Maldonado, que el interno se había fugado. El anoticiamiento tampoco fue puesto de manifiesto con anterioridad a la fuga del interno". Según relató Rodríguez tras ser recapturado, días después de la fuga, Olmos le dijo: "`Enano tenes 10.000 pesos y con eso te vas', refiriéndole éste, que `bueno', por lo que habla con su hermano desde el teléfono de la guardia". Cuando llegó el pariente con el dinero, se lo entregaron a Olmos y éste les habría abierto el portón.