Las PASO para defnir las candidaturas a la intendencia de Rosario ofrecen mayores matices que la provinciales, no sólo porque hay más cantidad de aspirantes sino porque a diferencia de la elección del gobernador, aquí aparecen instancias intermedias entre ganar o perder, es decir entre ser finalmente el Intendente o no serlo, más aún, se puede decir que en esta categoría hay verdadermente internas. Miguel Lifschitz, Omar Perotti y Miguel Del Sel serán candidatos a la gobernación y se juegan todo el 14 de junio, no el 19 de abril. En las PASO locales, en cambio hay estaciones intermedias entre ganar y perder. De la cantidad de datos concurrentes para el análisis, se destaca uno que pude ser determinante a la hora de contar los votos. Por primera vez en muchos años, dos vitalicios de las elecciones locales no competirán en la rosarina. Se trata del dos veces intendente Héctor Cavallero y el de otras tantas candidato Jorge Boasso. Entre los dos sumaron en los últimos comicios más de 150 mil votos que nadie sabe con certeza adónde irán a parar. Tanto el "Tigre" como el edil más antiguo del Concejo, disputarán la elección provincial, uno como cabeza de lista de diputados del FPV, el otro como segundo de Miguel Del Sel.

Si se toma el padrón de Rosario, más de 750 mil habilitados, los votos de Cavallero y Boasso rondan el 20 por ciento, pero si se los computa entre los que fueron a votar la elección pasada (553 mil) está cerca del tercio.

Salvo los socialistas que más allá de encabezar todas la encuestas con sus candidatos, con Mónica Fein muy por encima de Pablo Javkin, el resto de las fuerzas mira esos votos como un plato apetecible. El oficialismo ganó sin ese aporte las últimas elecciones para concejales ese es otro dato a tener en cuenta, no se elegía Intendente y la estrategia de su campaña es conservar lo propio, que de ser así le garatizaría el triunfo en ambos turnos.

El peronismo, con dos candidatos instalados como son Fernando Rosúa y Roberto Sukerman, espera capitalizar la herencia de Cavallero, que desde ya no dispone. El "Chino" tiene un perfil en principio más atractvo que su rival interno de cara al votante histórico del Tigre. Y si bien Sukerman quedó bien parado después de su elección de concejal, en esta instancia, en la disputa por la nominación para la intendencia juegan otros elementos. Ni el más optimista de los peronistas cree que uno de ellos pueda ser el próximo intendente de Rosario, sin embargo, y como se dijo al comienzo de la nota, hay "estaciones intermedias" que hacen más atractivas la primarias que las generales para algunos candidatos. El que resulte más votado de ellos, será el que se quede con las llaves del PJ rosarino de cara al futuro, más allá del resultado de junio y de quien sea electo intendente de la ciudad. Además, uno y otro esperan que la suma de votos de su primaria no sea superada por ninguna otra fuerza política con la lógica excepción del oficialismo.

Tras los votos de Boasso pueden ir Alejandro Grandinetti con los colores de Sergio Massa, Ana Martínez y también Pablo Javkin. En el caso del periodista la especulación pasa por captar un contingente de votantes que no se iría al PRO pero que tampoco está a gusto con la gestión del Frente Progresista. Javkin, desde su posición aspira a recuperar a los votantes radicales que no están dispuestos a seguir a Boasso en su mudanza a los dominios de Mauricio Macri.

Y finalmente Ana Martínez que cree que con Boasso se irán para su quinta los más de 60 mil votos que obtuvo el otrora socio político del socialismo. Los que descreen de esta posibilidad sostienen que quien no la votó y optó por Boasso cuando compitieron por qué habría de votarla ahora.

A 20 días de las PASO, todavía hay un alto nivel de indecisos. O por lo menos de personas que no quiere revelar su voto. Esa situación hace que los sondeos dejen un margen para que ocurran cambios en la grilla para la largada de la elección del 14 de junio. No hay ni una encuesta que pronostique que el socialismo dejará de ser la primera fuerza. De allí para abajo, según quien las encargue, el rigor del profesional y el porcentaje de indecisos, aparecen los candidatos de otros partidos. Entre los objetivos fijados para este turno está el del PRO de ser segunda fuerza, el de Grandinetti de estar en el podio, es decir tercero, y el del peronismo de conservar el carnet de opositor principal. Los protagonistas de estas intentonas saben además que su destino no se juega únicamente el 19 de abril ni tampoco el 14 de junio. Sí para Mónica Fein, que tiene como "piso y techo" lo mismo, seguir siendo la Intendenta de Rosario. El resto, si bien va a jugar fuerte en las locales, pueden posar la mirada un poco más allá. Una semana después de la elección provincial es el cierre de listas para los cargos nacionales, diputados y senadores. Alguno de estos nombres podrán aparecer también en esas boletas, según como les vaya en las locales. Pero esa es otra historia que será contada a su debido tiempo.