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La Fiscalía Regional pidió 16 años de prisión para tres hombres acusados de haber secuestrado a un ciudadano chino, de 22 años, y haber extorsionado a su familia para que entregara 150 mil dólares a cambio de la liberación. El hecho sucedió hace un año, en plena feria judicial, a la salida de un supermercado de ciudadanos orientales de barrio Agote, y frente a la madre del muchacho, quien hizo la denuncia en la comisaría 7ª. La entrega de dinero se frustró, pero antes de que se cumplieran dos días del secuestro, el joven fue liberado. Tres semanas después, cinco personas fueron detenidas en siete allanamientos. Una de ellas es menor de edad y su situación quedó en la Justicia de Menores; otro de los acusados fue condenado en juicio abreviado por el delito de tenencia de arma de fuego; mientras que los otros tres serán llevados a juicio en las próximas semanas acusados de "secuestro extorsivo y robo". La Fiscalía adelantó que llevará 55 testigos.

Guan G., alias Valentino, salió caminando del supermercado donde trabajaba con su padre, en la cuadra de San Lorenzo al 3700, alrededor de las 22.30 del 18 de julio de 2014. Pocos metros después, los acusados lo redujeron a golpes de puño y a punta de pistola le obligaron a entrar a un Peugeot 504, que contaba con el apoyo de una moto. La madre de la víctima, Weng, vio la situación y rápidamente hizo la denuncia.

Una vez en el auto, le taparon la cabeza y la cara con una capucha y le ordenaron mirar hacia abajo. A la altura de Lavalle y Alsina, los acusados tiraron por una ventanilla el IPhone del oriental, "para evitar el rastreo satelital".

"Agarramos al chino", reza una de las escuchas sobre las comunicaciones interceptadas entre integrantes de la banda. Cuando los secuestradores lograron encerrar al joven, comenzaron las llamadas extorsivas al padre, solicitando la suma de 150 mil dólares. Para la fiscalía, los acusados "se dividieron tareas" para cometer el ilícito.

Dentro de la habitación donde encerraron al oriental, dos de los imputados le sustrajeron zapatillas, una campera y un cinturón, por lo que también se les achacó el delito de robo.

El 20 de julio, día acordado para la entrega, los acusados mandaron al padre de la víctima a hacer un recorrido por las calles rosarinas, mientras mantenían una comunicación para dar "instrucciones" acerca de la velocidad a la que debía circular, indicarle que encendiera las balizas del vehículo, y decirle que pusieran el dinero en una bolsa blanca, que debería arrojar cuando ellos lo ordenaran. Según le dijeron, un kilómetro después se encontraría con su hijo.

En ese trayecto, el hombre era vigilado por uno de los acusados que iba en auto para cobrar el rescate. Sin embargo, antes de cumplimentar el delito, se le pinchó una goma. Enseguida, el padre recibió la llamada de su hijo, quien había sido liberado y subió a un taxi, cuyo conductor le prestó el teléfono para hacer la llamada.

Durante el tiempo que estuvo prisionero, el joven no fue maltratado con golpes, pero sí lo mantuvieron maniatado.

Días después, comenzaron los allanamientos. Primero, en dos domicilios de Casilda al 2300, otro en Cerrito al 3900 y un cuarto en Urquiza al 5600. Allí fueron detenidos la menor, de 17 años, y tres hombres de 20, 24 y 33.

Según dijeron ayer las fiscales, en la audiencia preliminar de juicio presidida por el juez Juan Carlos Curto, dos de los acusados tienen antecedentes penales. Uno de ellos debería haber estado cumpliendo prisión domiciliaria. En tanto, en otros allanamientos, en la zona de avenida Francia, Gaboto, bulevar Seguí y Avellaneda, fue detenido un hombre de unos 40 años, acusado de partícipe.

Ahora, el juez tiene 72 horas para resolver si los acusados seguirán presos hasta las audiencias del juicio oral y público, como solicitó la fiscalía.