Viernes, 24 de junio de 2016 | Hoy
CIUDAD › CONDENADO A SEIS AñOS DE PRISIóN POR TRANSPORTE DE ESTUPEFACIENTES
Muga había denunciado a la cúpula de antinarcóticos y terminó detenido en un
irregular operativo antidrogas, por el que finalmente fue condenado ayer por el
Tribunal Oral Federal que con su fallo terminó avalando todo el proceso.
La justicia federal escribió ayer una página más en sus historia de juicios con marcados claroscuros, que terminó en una sentencia que no termina de despejar esas dudas. Es la historia de Juan José Muga, un misionero que denunció a la cúpula de la brigada antinarcóticos rosarina ante la ex camarista federal Laura Inés Cosidoy, y que terminó luego detenido en un irregular operativo antidrogas, por el que finalmente fue condenado ayer. El Tribunal Oral Federal Nº 2 condenó a Muga por transporte de estupefacientes a seis años de prisión, a cuatro años a Mario De Luca, mientras a los restantes tres procesados se les dieron penas de tres años. El TOF II también ordenó investigar los contactos entre el condenado y Cosidoy refrendados por comunicaciones telefónicas entre ambos, a las que sumaron encuentros personales en el propio despacho de la ex camarista. Lo curioso del caso es que ni la fiscal Adriana Saccone, ni el defensor oficial Carlos Zurcher optaron por pedir la citación de Cosidoy en esta instancia para despejar dudas generadas por las declaraciones del propio imputado, que aseguro ser víctima de una conspiración entre la ex camarista y un grupo de policías antinarcóticos, a quienes individualizó con nombre y apellido: Fernando Romitti, Gonzalo "Chino" Paz y Oscar Romero. El tribunal federal también ordenó a la fiscalía Nº 3 que informe acerca del desarrollo una causa iniciada en 2014 contra este grupo, basada en las denuncias de Muga. Pero más allá de las sospechas generadas, lo cierto es la justicia federal terminó avalando todo el proceso y mandó tras las rejas al denunciante, que en rigor tiene dos penas anteriores en la justicia federal misionera, penas que logró reducir a cambio de información.
Muga fue detenido el 18 de setiembre de 2012 cuando circulaba en un Chevrolet Corsa blanco con 67 panes de marihuana. Según la fiscal Saccone lo sorprendieron in fraganti: con la droga arriba del auto, sin que ninguno de los cuatro ocupantes pudiera dar una explicación coherente.
Para los abogados defensores los cinco acusados, fueron víctimas de una venganza de la brigada de inteligencia de drogas que funciona en La Paz y Alem.
Durante el juicio quedó explicitado que el operativo fue más que irregular: se dio en base a un informante anónimo que nunca se identificó, con panes de droga sospechosamente rotulados (generando la sospecha de haber sido secuestrados en otro operativo) y con policías que se comunicaron con la justicia recién ocho horas después del mismo. "Parece que en este caso la justicia actuó como auxiliar de la policía", se animó a ironizar una de las defensoras. El juez que dio el visto bueno era Marcelo Bailaque.
A Muga lo apresaron en Francia al 3700 saliendo de un galpón donde, según la fiscal Saccone, acababan de cargar la droga, que llevaban en el Corsa blanco. Cinco de los seis detenidos llegaron a juicio. La fiscal sostuvo el planteo del jefe del operativo, Víctor Plouganú, quien dijo que se acercaron al auto luego de que este acelerara, mientras el hijo de Muga, con la cabeza asomada desde la ventanilla trasera, miraba el acechar de los vehículos. Un llamado anónimo les había facilitado a los policías el nombre de Muga, y el auto en el que iba y que se proponía trasladar droga.
Saccone con su accionar, termina descreditando las sospechas sobre policías elegidos por el gobierno santafesino para dirigir regionales como el caso de Gonzalo Paz en la Unidad Regional San Lorenzo. Curiosamente, o no tanto, Saccone es la fiscal elegida por el gobierno socialista como el nexo con la justicia federal para casos de narcotráfico.
Durante este juicio el momento de las defensas fue también notable:
pidieron anular todo por escandaloso. Es que según enumeraron la policías empezó un operativo autónomo a las 15, en virtud de un dato que no pueden explicar cómo obtuvieron, mintiendo sobre la cantidad de autos que había en el lugar, filmando con la cámara personal de un policía, inventando que los detenidos trataron de escapar, cosa que no se ve en el registro de video. Luego contaron los panes que sacaron del baúl, esposaron a los detenidos y llamaron al juez a las 22.30. Encima llamaron a dos testigos que estaban a cincuenta metros, que llegaron cuanto todo estaba todo "cocinado". Todo muy parecido a un operativo armado, con V de venganza.
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