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Dos asesinatos ocurridos en zona sur, entre la tarde y la medianoche del miércoles, desandan en la Fiscalía de Homicidios la misma huella de investigación: el fiscal Pablo Pintos baraja la posibilidad de que ambos crímenes tengan relación entre sí y también con otro ocurrido hace dos semanas en la puerta del estadio de Newell's, el de Matías Franchetti, barrabrava del club.

"Estamos trabajando para ver si existe una vinculación entre ambos hechos y esa es una posibilidad, podría haber relación", admitió ayer el fiscal Pintos en rueda de prensa. Asimismo, descartó en ambos casos que la motivación de los homicidas haya sido el robo, y supeditó el avance de la pesquisa al cruce de información con colegas en otras causas en marcha.

El primer crimen ocurrió a las cuatro de la tarde del miércoles, cuando un hombre tocó timbre en Regimiento 11 87 bis. Nora Oroño de Yosti, de 54 años, abrió la puerta para atender y el visitante le disparó seis balazos a quemarropa. Tras ello, el asesino corrió hasta la esquina donde lo esperaba un cómplice en moto.

La mujer era la madre de Eduardo Yosti, asesinado en Andrade y bulevar Oroño una madrugada de enero, cuando caminaba hacia un quiosco. Otro de sus hijos es Gerardo Yosti, quien fue detenido en marzo de 2014 en una casa de Uruguay al 3900, donde la policía halló un acopio de cocaína para su distribución. Junto con él fueron arrestadas Gisela y Silvana Franchetti, hermanas de El Cuatrero. Este era Matías Franchetti, quien fue asesinado el 7 de junio pasado, en la vereda de la puerta 6 del estadio de Newell's. Ambas familias, según sus perfiles en Facebook, cultivaban una estrecha amistad.

A las once de la noche del miércoles, la violencia se anotó en Padre Giaccone al 1400, una calle que corre paralela a Batlle y Ordóñez. Jonatan Rosales, de 26 años, caminaba allí con su pareja, una joven de 18 años, y la bebé de ambos, de 8 meses de vida. Según el fiscal, un auto llegó hasta ellos y desde el interior abrieron fuego. Los disparos derribaron a Rosales, herido de muerte. Y una bala lastimó levemente a la mujer, que debió ser hospitalizada aunque anoche ya había regresado a su casa. Rosales también era un habitué de la hinchada de Newell's, y parte de una vasta columna que sigue al equipo rojinegro desde zona sur. En este caso, las primeras actuaciones corrieron por cuenta de la subcomisaría 20ª.

El fiscal Pinto dijo que la pareja de Rosales no estaba en condiciones de reconocer a quienes asesinaron a su marido.