La denuncia del ex intendente Héctor Cavallero en torno a la inminente cesación de pagos en la que caería la municipalidad por su insolvencia económica, encontró rápida respuesta en el Ejecutivo local. "La primera conclusión que uno saca escuchando esas afirmaciones (del líder del Partido del Progreso Social), es que su fuerte no son las finanzas públicas", ironizó el secretario de Hacienda del municipio, Gustavo Asegurado. Según el funcionario el ex diputado nacional "hizo un enredo de temas y cuestiones" al juntar el endeudamiento con el Banco Interamericano de Desarrollo, el déficit proyectado en el Presupuesto 2007 (17 millones sobre un total de recursos estimado en 755 millones de pesos) y las recientes capitalizaciones al Banco Municipal. "Si bien hay que seguir administrando los fondos de los rosarinos con eficiencia, las cuentas municipales están ordenadas, equilibradas", agregó Asegurado. Cavallero reiteró ayer sus críticas y fue más allá: advirtió que el manejo financiero de la administración Lifschitz "es una hipoteca a futuro y compromete las gestiones de los próximos cinco intendentes".

El actual titular de la Casa de Santa Fe en Capital Federal amplió ayer sus cuestionamientos a la gestión de Miguel Lifschitz, haciendo hincapié en la insolvencia fiscal. "No hubo gobiernos civiles ni militares que se hayan endeudado con organismos multilaterales de crédito como lo está actualmente la Municipalidad, que según su propio vocero dice que debe 88 millones de dólares al BID por una serie de obras que se hicieron con cuatro años de gracia, es decir que por cuatro años tiene que pagar, y 20 años más de plazo. Es decir que compromete las finanzas de los próximos cinco intendentes", señaló el ex intendente en diálogo con Radio Dos.

"Mientras a nivel nacional -continuó Cavallero- se está discutiendo por el presupuesto que se hace sobre lo que se recauda y lo que se gasta, acá se terminó de aprobar un Presupuesto con 17 millones de pesos de déficit. Y también existe una situación financiera que hizo postergar desde el pago a proveedores y también subsidios y otras cosas que debían efectivizarse por faltante de dinero. A eso hay que sumarle los aportes por más de 60 millones de pesos como capitalización del Banco Municipal". El dirigente opositor no dudó en afirmar que "la situacin financiera de la Municipalidad es muy difícil y lo que más preocupa es la hipoteca a futuro". En ese sentido apuntó que "en épocas de vacas gordas como las que estamos viviendo hay que desendeudarse".

Gustavo Asegurado fue el encargado de refutar las afirmaciones del líder del PPS. "La verdad, es difícil sacar algo en limpio de lo que dijo Cavallero. La primera conclusión que puedo sacar es que su fuerte no son las finanzas públicas. Hizo un enredo de temas y cuestiones", indicó.

Sobre el endeudamiento con el BID, Asegurado aclaró que los fondos recibidos fueron destinados a realizar importantes obras estructurales que "hubiera sido imposible afrontarlas con recursos propios como la remodelación del bulevar Oroño, el acceso a la ciudad por la avenida Pellegrini, el nuevo Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, la nueva Maternidad Martin, los centros municipales de Distrito Sudoeste, Noroeste, Centro y Sur, todos con su correspondiente equipamiento".

Tras aclarar que "el endeudamiento se hizo con la aprobación del Concejo", Asegurado razonó: "Cuando uno tiene que hacer una gran obra como las mencionadas no es válido que el esfuerzo tenga que ser soportado (solamente) por la generación actual".

Al mismo tiempo, el funcionario municipal destacó que el BID "otorgó los créditos por la solvencia económica del municipio. Además, en comparación con la Nación y la provincia el peso de la deuda sobre el total de recursos, proporcionalmente, es menor".