Un suboficial aeronáutico de 58 años fue hallado muerto, amordazado y atado de pies y manos en su departamento de Callao 260 (barrio Pichincha), donde había un desorden total, por lo que se investiga si se trató de un robo, informaron ayer fuentes policiales. Los médicos forenses determinaron a simple vista que, más allá de las ataduras, la víctima no presentaba más signos de violencia por lo que aguardan los resultados de la autopsia para descubrir la mecánica de la muerte. Una de las hipótesis que se manejan indicaría que el hombre, que era diabético e insulinodependiente, murió de un paro cardiorrespiratorio por permanecer atado y amordazado.

Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió anteanoche en el departamento B del quinto piso de Callao 260, donde residía Víctor Gregorio Díaz, de 58 años, suboficial del Liceo Aeronáutico Militar de la vecina ciudad de Funes. En la actualidad Díaz estaba a cargo del Escuadrón de Seguridad del liceo y vivía solo en su departamento de pocos ambientes desde hace 15 años, dijeron los voceros. Según las fuentes, todo se inició el viernes a las 20, cuando una de las hijas del aeronáutico, Gabriela Díaz, de 18 años, ingresó con su propia llave al departamento y halló a su padre muerto.

El cuerpo estaba vestido sólo con short de baño, yacía en el living a un metro de la puerta principal y estaba atado de pies y manos con unas sábanas y amordazado con una servilleta, precisaron los informantes.

Tras el hallazgo, la joven alertó a la policía sobre lo sucedido, por lo que efectivos de la comisaría 7ª llegaron poco después al departamento. Los policías y médicos forenses inspeccionaron el cadáver y determinaron, a simple vista, que el cuerpo no presentaba evidencias de golpes y heridas, aparte de las ataduras y la mordaza, señalaron los voceros. El cadáver del aeronáutico fue trasladado luego a la Morgue Judicial para que se le practique la autopsia de rigor y poder determinar la causa de la muerte.

Los investigadores policiales sospechan que Díaz, que era diabético e insulinodependiente, pudo haber muerto de un paro cardiorrespiratorio como consecuencia de haber sido atado y amordazado. En ese sentido, la hipótesis que manejan los pesquisas apuntaría a que la víctima fue reducida por más de una agresor, agregaron las fuentes.

Tras el hallazgo y el levantamiento de rastros en la escena del crimen, los detectives se entrevistaron con la hija de la víctima, quien contó que al ingresar a la casa encontró "un desorden total". Un jefe policial explicó que la muchacha indicó que advirtió la falta de un reproductor de DVD y de una suma de dinero no precisada, aunque para los investigadores el robo no sería el móvil del crimen.

La joven dijo que el dinero faltante podría ser del sueldo de su padre y los pesquisas tratan de determinar si la plata que Díaz estaba por cobrar de un juicio al Estado por un reclamo salarial puede llegar a estar relacionado con el hecho.

Respecto de las últimas horas de vida de la víctima, Gabriela, que reside en la localidad bonaerense de Merlo, había hablado con su padre por teléfono la noche del jueves pasado y acordado que ayer se iban a encontrar, indicó el pesquisa. Además los investigadores establecieron que desde el Liceo llamaron ayer en varias ocasiones a la casa de Díaz para saber porqué no se había presentado a trabajar pero nadie respondió, añadió el investigador.

En tanto, personal de la Brigada de Homicidios de la provincia, a cargo del oficial principal Toribio Aranda, realizaba ayer a la tarde distintas diligencias en busca de pistas que permitan localizar a los autores del hecho. El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación, a cargo de Jorge Ivaldi Artacho, quien impuso el secreto de sumario en la causa.