El intendente Miguel Lifschitz envió ayer al Concejo un mensaje propiciando un incremento tarifario del 25 por ciento para el sistema de taxis, en sintonía con lo planteado por el estudio de costos de la UNR. El proyecto de la intendencia incluye además un adicional de 70 centavos que deberán abonar los pasajeros que contraten el servicio mediante radiollamada. Los ediles que integran la Comisión de Servicios Públicos se llevaron una copia de la propuesta del Ejecutivo y postergaron hasta el próximo lunes el tratamiento de la iniciativa que sugiere llevar la bajada de bandera a $ 2,20 y la ficha a 12 centavos, cifra que los tacheros consideran insuficiente. Mario Cesca, presidente de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes dijo que "la situación es desgastante. Veníamos con la expectativa de dar el debate en la comisión. Esta es una maniobra dilatoria que no contribuye en nada". En la misma sintonía, José Tornambé, de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), expresó que la conducta de los concejales "es una tomadura de pelo".

Los taxistas, al entender que el tema difícilmente sea tratado el próximo jueves en el recinto, anunciaron que el viernes se movilizarán por las calles de la ciudad, y no descartaron realizar un paro. "Lo hacen para que tomemos una medida de fuerza y nos enfrentemos a la gente", afirmó Cesca.

Por un acuerdo entre sus miembros, que ya conocen cuál es el reclamo de los taxistas, cinco de los siete concejales que forman parte de la Comisión de Servicios Públicos faltaron a la reunión con los tacheros para discutir el proyecto enviado por el Ejecutivo, a través del cual se propone el siguiente cuadro tarifario: bajada de bandera: $ 2,20; por cada 100 metros: 12 centavos; por cada minuto de espera: 12 centavos; adicional por servicio de radiotaxi: 70 centavos.

Para los tacheros el ajuste tarifario propuesto por la intendencia está lejos de lo que solicitan: las cámaras del sector piden para una primera etapa $ 2,40 por la bajada de bandera, 12 centavos por cada ficha y un peso para los viajes que se soliciten por radiollamada.

Los taxistas además continúan disconformes con la incorporación de las 500 chapas nuevas que fueron sorteadas la semana pasada. En este sentido, Tornambé reconoció que el sector se conformaría "si es un aumento de emergencia y en ciento veinte días se vuelva a retocar la tarifa con la universidad en el medio, si vamos a poner las chapas en forma paulatina y no vamos a tomar este aumento como que después faltan taxis, porque si los aumentos son bajos y estamos siempre más baratos que los colectivos siempre van a faltar taxis en Rosario".

El presidente de la Comisión de Servicios Públicos, Pablo Colono (PS) confirmó que el mensaje del intendente "seguramente será tratado el próximo lunes porque los distintos bloques pretenden estudiarlo". El edil socialista remarcó que el bloque oficialista no avalará un incremento tarifario superior al sugerido por el Ejecutivo.

Consultado por Rosario/12, el concejal Nire Roldán (ARI) vicepresidente de la Comisión de Servicios Públicos, uno de los dos ediles que participó de la reunión en el anexo del Palacio Vasallo -el otro fue Colono- comentó que su bancada planteó "un costo diferencial en la bajada de bandera y una baja en la ficha, lo que permitiría que los usuarios de los barrios que hagan viajes de más de cuarenta cuadras, paguen un poco menos y los que toman viajes ocasionales muy cortos, como los que dejan el auto estacionado y se mueven en la zona bancaria, tengan un costo diferencial". Según Roldán "hay que garantizar una salida rápida al conflicto. Pero los taxistas quieren solamente un incremento de tarifas, donde creemos que hay un retraso tarifario, y no quieren hablar de otras cosas; como por ejemplo la regulación de los trabajadores en relación de dependencia".

Por su parte, el concejal radical Jorge Boasso, aclaró que al proyecto enviado por el Ejecutivo "lo vamos a estudiar, pero tiene que haber una mejora en el servicio. Vamos a proponer que conjuntamente se apruebe la obligatoriedad de un sistema de seguridad que proteja la vida de los choferes, que ya estaba consensuado el año pasado con los taxistas, ya que de todos se iba a exigir la obligatoriedad de uno de ellos".