Sábado, 2 de enero de 2010 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS
1) Puedo nombrar algunos que tienen que estar: Reapertura del Cine El Cairo, reapertura del Cine Arteon, el festival internacional de Video, la cantidad de graduados de la Escuela de cine, la nueva Ley de Medios Audiovisuales. Pero también como para destacar es el juicio a los represores y en ese sentido toda la actividad cultural que se realizó (frente a los Tribunales Federales) como forma de lucha y que se generó alrededor de eso. "Rock y Arte Callejero", talleres, murgas, recitales, muestra de fotos, radio abierta, pintadas colectivas. Forma de lucha, forma de resistencia, de movimiento, de estar activo todo el tiempo, de correrse del centro, de resignificar lo que anteriormente otra persona hizo. Y hacer lo mismo para con la siguiente. Cada uno a su modo, de la forma que más pueda o le guste. El dolor transformarlo y movilizarlo. Esa búsqueda permanente que late todo el tiempo.
2) En cuanto a los realizadores, lo difícil que es vivir de lo que a uno le gusta. Falta más financiamiento para más producciones. Pero también más organización para poder hacerlo. Es una cadena de situaciones. Además los tiempos de financiamiento no son los mismos que uno tiene en la realización. Entonces esa brecha dispar genera complicaciones a la hora de poder trabajar, quedando al margen los distintos estados que uno tiene en el momento de la realización.
3) No creo que la crisis afecte a la producción cultural, producción en el sentido de producir. Todo lo contrario, mientras más uno está al borde de esos estados es cuando más produce. Ya sea en el paraíso o en las tinieblas. Sí puede afectar la forma de financiar esa producción. Pero siempre es dificultosa, estemos donde estemos, venga la crisis que venga. ¡Siempre estamos en crisis! Lo escucho desde que tengo uso de mi razón. Es decir, lo que permite justamente el arte es generar grietas para filtrarse. Para poder "potenciar" esa "crisis" y hacerla circular para que explote en la pantalla o en donde sea.
4) No sé si considero al rosarino como público "exigente". Habría que ver qué público rosarino, en qué contexto, de dónde, de qué barrio, de qué zona. ¿Qué exige? Sí que le tapen el pozo de su cuadra, que le arreglen su vereda, que le cambien su container. O a quién le exige. Como también hay que preguntar quién dice que el publico exige. ¿De qué fuente viene? Pero estaría bueno si el público realmente exigiera, porque quiere decir que se moviliza y eso es interesante porque hay intercambio de opinión. Hay conflicto y hay debate. Creo que muchas veces cuando me levanto y escucho lo que puedo escuchar siento por momentos que hay públicos más activos que exigentes. Pero también hay un público "exigente" que está dormido y que todavía no se sacó el barbijo.
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