Si se necesitara un ejemplo para justificar el elogio, vaya la mejor imagen del enamoramiento y de la felicidad, aquella en la que Gene Kelly se separa de su novia y baila bajo la lluvia, sin importarle la mirada reprobadora del policía, en la película de la que Chabrol dijo alguna vez que era el himno a la alegría del cine.
Porque la canción de la esperanza en el amor siguen siendo la de María la noche anterior al encuentro con su amado: “Tonight Tonight”. O la espera del admirador de My Fair Lady al son de “La calle donde tú vives”. Y la esperanza total se me representa en la escena de Sweet Charity mirando al cielo con melancólica alegría luego de ser abandonada una vez más.
O quizá porque, siguiendo los consejos de María de La novicia rebelde, cuando estoy triste trato de pensar en cosas lindas, en mis cosas favoritas.
Cuando el perro muerde
cuando la abeja pica
cuando me siento triste
simplemente recuerdo mis cosas favoritas
y entonces ya no me siento tan mal.