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Después de la aprobación del matrimonio igualitario me abrí más a decir “Soy torta”, antes lo reservaba más. Por lo general, si a un pibe le decís “Soy torta”, te dice: “Fiesta”. Estuve casada con un hombre a los 20, así que no hubiera venido acá antes. Siempre me gustaron las chicas, pero imaginate que en mi adolescencia no existía el celular, había un teléfono público cada 10 cuadras, no había mucha comunicación. Cuando empecé a salir, en general las tortas no me aceptaban porque no iba con los estereotipos. En mi forma de vestirme y moverme, según ellas, parecía hétero. No me daban bola porque me decían que era paqui. Estoy de novia hace un año. Generalmente soy monogámica. Ni loca tendría hijos, todo bien pero no es mi plan. No sabría qué hacer con un niño más de dos horas. Fui viendo también que el ambiente es muy chiquito. Después de un par de años de relaciones, no hay chance de dar un paso en la marcha del orgullo y no encontrarte con una ex. Por eso siempre hay que cortar bien...