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"Yo tengo pocas expectativas", confesó la neurocirujana, sobre el resultado de las eventuales tratativas que encararía la jefa del Estado, quien esta noche partirá con destino a Cuba, en el marco de una visita oficial de tres días.

La médica disidente manifestó su pesimismo sobre que una hipotética intervención de la Presidenta argentina a favor de su reclamo tenga éxito: "No veo ningún tipo de posibilidad; a mí me parece que, al final de todo esto, el gobierno cubano va a lograr como siempre su objetivo", auguró.

Si bien Molina dijo no haber recibido respuesta alguna por la carta que, en diciembre pasado, envió a la Embajada argentina en La Habana solicitando que Fernández de Kirchner no se desentienda de su caso, negó sentirse "abandonada" por la Casa Rosada. "Yo no me siento abandonada porque no sé lo que está pasando. Yo creo que de alguna u otra manera la Presidenta de Argentina va a hacer algún tipo de gestión, pero me parece que no va a haber ninguna respuesta por parte del Gobierno cubana", enfatizó la médica.

La profesional reforzó el sentimiento que la embarga: "Ni siquiera el gobierno cubano me ha dado el pasaporte. Hace meses que estoy tratando que me entreguen el pasaporte y no lo han hecho", se quejó.

Consultada sobre si tenía alguna esperanza de mantener una reunión con la mandataria argentina, en su visita a tierra cubana, Molina mantuvo la misma actitud. "Creo que no, estoy convencida de que eso depende del gobierno cubano y sé que eso no lo va a permitir. Hay que recordar que las personas que no pensamos como ellos somos consideradas en Cuba 'no personas'", advirtió.

Pese a que aseguró que no se siente "rendida", Molina explicó que tiene los "pies sobre la tierra". "Yo sé que no puedo crearme falsas ilusiones conociendo al gobierno cubano. Yo sé que hay un ensañamiento en especial en este caso, un escarmiento. La mía no es la única familia que no puede salir (de la isla caribeña), son miles de familias pero se callan porque tienen miedo", alertó.

En una comunicación simultánea por la misma emisora, el hijo de Molina, Roberto Quiñones, se manifestó más esperanzado que su madre en cuanto al resultado de las posibles tratativas de Cristina ante la administración castrista. "Como dice mi madre, somos realistas, pero yo tengo fe en la gestión de la Presidenta. Son corazonadas que uno tiene", expresó.

El médico puntualizó que no tiene "mucha información sobre este tema ni hemos tratado de obtenerla porque no queremos dar la sensación de que estamos presionando a la Presidenta ni al gobierno de la Argentina, como algunos medios han llegado a pensar".

"Le estamos muy agradecidos a la Presidenta y al ex presidente Néstor Kirchner porque gracias a la gestión silenciosa que ellos llevaron, la abuela nuestra hace siete meses que pudo viajar a la Argentina y está muy bien", recordó.