Además, el juez dijo que "no" le remuerde la conciencia haberlo dejado en libertad a Grassi hasta tanto quede firme la condena que se le impuso, toda vez que el sacerdote católico "tiene sus garantías intactas".

Ayer, el Tribunal Oral 1 de Morón, por unanimidad, encontró culpable a Grassi por abuso sexual y corrupción de menores, agravado por su condición de sacerdote, en perjuicio de un joven identificado como "Gabriel", aunque le permitió seguir en libertad hasta que el fallo quede firme e, incluso, ingresar a la Fundación, pero con un responsable que lo acompañe.

"Nosotros no pensamos que Grassi pueda ser reincidente por eso le permitimos ir al hogar", afirmó Andueza en declaraciones radiales.

A Grassi "se la han impuesto reglas" desde que se inició la investigación en su contra tras una denuncia televisiva en el año 2002 "que ha venido cumpliendo, y confiamos en que va a seguir cumpliéndolas", señaló el magistrado.

El juez recordó que "las obligaciones que se habían dispuesto (en su contra) se mantienen intactas. Ahora sólo se agregó la prohibición de salir del país".

"El señor (por Grassi) tiene sus garantías intactas, es un procesado pero no un condenado firme. Podría quedar firme la semana que viene, si nadie apela", explicó el juez. Cuando se le preguntó reiteradamente cómo se permite a un condenado por abuso sexual y corrupción de menores ingresar a un hogar en el que viven niños, con la sola condición de que lo haga con una persona que él mismo elige, Andueza sólo dijo: "No lo va a poder hacer solo, y no podíamos fijarle una persona que lo controle permanentemente".

"Grassi podrá ir a un lugar de chicos, pero no solo. Nosotros no podemos fijarle una persona porque él cumplía con todo, con él no hubo peligro procesal, ni fuga", agregó el juez.