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Minutos antes de las 9, Bachelet llegó a la residencia de la familia Piñera del barrio San Damián, en la comuna de las Condes, la zona más residencial y lujosa en la precordillera de la ciudad de Santiago.

De elegante traje azul y acompañada por la vocera de gobierno Pilar Armanet, Bachelet marcó el inicio del protocolo del nuevo presidente al compartir un desayuno con Piñera y su esposa Cecilia Morel, que se extendió por más de 35 minutos.

Ambos, que son vecinos de barrio, acordaron desayunar juntos en la tarde de ayer cuando la presidenta saludó telefónicamente al candidato por el triunfo en los comicios.

Afuera aguardaban decenas de medios periodísticos locales e internacionales, para quienes los carabineros formaron un cordón que hizo imposible el acceso a los protagonistas de la jornada. Al finalizar el encuentro, el empresario acompañó a su visitante hasta el ingreso de la casa, un portón automático que

abre paso a un amplio parque, donde posaron para los fotógrafos y se despidieron con un apretón de mano y un beso, aunque sin realizar declaraciones.

Piñera, triunfador en el ballottage de ayer frente al oficialista Eduardo Frei, asumirá el mando del país el 11 de marzo próximo, fecha en que culmina el período presidencial de Bachelet.

Tras la partida de la presidenta comenzaron a llegar a la casa del mandatario electo autoridades eclesiásticas, militares y representantes de los poderes e instituciones del Estado.

Todos los visitantes, que cumplen así con una costumbre republicana chilena, debieron transitar a pie los más de 100 metros que separaban la casa del primer cordón policial. También, como es costumbre, se prevé que hoy la presidenta Bachelet repita el saludo al candidato de la Concertación.