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La empresa Amaury Sport Organisation (ASO), organizadora de la carrera, destacó como uno de los motivos para disputar la prueba en Sudamérica "las excelentes relaciones con ambos países, las vitales bazas en términos deportivos, así como el entusiasmo visto entre los espectadores".

El comunicado de ASO cita al nuevo ministro de Deportes de Chile, Gabriel Ruiz Tagle: "Es un honor para Chile. Estamos convencidos de que este auténtico festival internacional del deporte es la manera perfecta de mostrar los lugares únicos de nuestro país al resto del mundo". "Nos gustaría subrayar la importancia de este evento en un momento en el que nuestro país está sufriendo las consecuencias de un devastador terremoto", recordó el ministro en referencia al sismo que sacudió Chile el 27 de febrero. "Este Dakar nos ayudará a mirar hacia el futuro y demostrar que Chile es capaz de superar tal desgracia", agregó Ruiz Tagle.

Para Enrique Meyer, secretario de Estado de Turismo argentino, contar con el Dakar es "un sueño hecho realidad" para su país, sobre todo desde el punto de vista económico. "Los últimos dos años hemos mostrado a todo el mundo (más de 190 países) nuestros paisajes y nuestra gente. Estamos muy orgullosos de dar la bienvenida al Dakar de nuevo, hemos trabajado muy duro para ser capaz de lograrlo", añadió.

"Para próximos años, los organizadores del rally van a seguir trabajando en varios proyectos, en particular en la posibilidad de un regreso al continente africano", donde nació la prueba "off-road" más importante del mundo, dijo ASO.

El gobierno argentino señaló además que la nueva edición podría incluir a las provincias del noroeste del país. "Solicitamos desde el gobierno argentino al Dakar tener la oportunidad de mostrar nuevos lugares y nuevos paisajes", declaró Leonardo Boto, secretario ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción Turística y coordinador del Dakar. Boto señaló desde París que hubo un trabajo intenso en las últimas semanas para presentar la propuesta conjunta de la Argentina y Chile ante "el planteamiento que se venía imponiendo de que el Dakar en 2011 volvía a Africa" Resaltó asimismo que la empresa organizadora de la carrera, ASO, aceptó rebajar el aporte de las naciones a cinco millones de dólares de cada una, un millón menos que para la dición 2010.

Entre los factores centrales que promovieron esta tercera edición en tierras sudamericanas, el funcionario destacó "cambios sociopolíticos muy importantes en el norte de África y el terremoto de Chile, además de la muy buena experiencia de 2009 y de 2010". Boto aclaró asimismo que "a la organización le va bien en Sudamérica a nivel económico y deportivo y hay que aprovechar a fondo esta oportunidad". También hubo respaldo de los equipos más grandes. "Las escuderías en general se ven inclinadas a América Latina por razones comerciales, y según sondeos y diálogos con muchos corredores ahí tenemos una opinión dividida. Hay algunos muy deseosos de volver a África y te diría que otro 50 por ciento es entusiasta de volver a la Argentina y Chile", reconoció Boto. "El Dakar anduvo muy bien en Cuyo y algunas provincias del norte, nosotros solicitamos que haya nuevas provincias así que me parece que la intención va a ser ir hacia el norte de Argentina", estimó el secretario.

Lo que queda casi descartado es un regreso a la Patagonia, como en la primera edición sudamericana en 2009, porque representó un recorrido muy duro para los competidores, causando una baja importante de pilotos.

El Dakar 2010 le significó a la Argentina ingresos por 175 millones de dólares en concepto de turismo, movimientos de los equipos de competición, nuevos puestos laborales y varios otros ítems de la actividad nacional que se vieron favorecidos por la llegada de la carrera al país.

Además permitió una gran promoción turística de la Argentina en el mundo, con más de 1260 horas de televisación del Dakar y cientos de páginas de información en periódicos de todo el mundo.