Fiscales de Milán habían dicho que el registro de las oficinas del contador de Berlusconi podría arrojar resultados que confirmen sospechas de que el premier tuvo sexo pago con una menor y abusó de su poder al hacer que la liberaran de un centro de detención.

La Junta de Autorizaciones de la Cámara de Diputados preveía empezar a evaluar hoy la solicitud de allanamiento, pero decidió postergar todo hasta el martes próximo a pedido del diputado oficialista Antonio Leone, informó la agencia de noticias ANSA.

El examen podría durar un par de semanas, y la decisión final sobre los registros de la oficina, que tiene inmunidad parlamentaria, debería anunciarse a más tardar el 14 de febrero, según los reglamentos de la Cámara.

El presidente de la Junta, Pierluigi Castegneti, del opositor Partido Demócrata, dio por válido el pedido de postergación del oficialismo. "Lo comprendo, no tengo nada que objetar porque se trata de 389 páginas que deben ser leídas con atención", dijo.

La semana pasada, la prensa italiana reveló que fiscales de Milán investigan a Berlusconi por presunta corrupción de menores y abuso de poder en relación a una joven prostituta marroquí que el año pasado asistió a fiestas en casas del premier con sólo 17 años. Los fiscales quieren saber si el premier, de 74 años, tuvo sexo con la joven, apodada Ruby, y si abusó de su poder al intervenir personalmente para que la chica fuera liberada de un centro de detención de menores donde había sido ingresada acusada de robo.

Berlusconi enfrentó durante años acusaciones de corrupción y fraude fiscal, pero siempre salió airoso de sus batallas legales. Pero las nuevas imputaciones llegan en un momento de particular debilidad del premier, quien ya no cuenta con una mayoría segura en el Parlamento desde la ruptura con uno de sus aliados.

El mes pasado, el Parlamento aprobó por apenas tres votos una votación sobre su permanencia en el cargo, mientras que la Justicia invalidó la semana pasada parte de una ley que le daba inmunidad procesal automática.

Berlusconi dice que las acusaciones son "ridículas" y ayer mismo rechazó crecientes pedidos de renuncia de la oposición. También ayer, el diario de los obispos italianos dijo que el escándalo "hiere y estremece" a Italia, en un artículo que si bien no condenó expresamente al primer ministro, dejó entrever la creciente molestia de la Iglesia Católica con Berlusconi.