Berliner explicó a la agencia DyN que "por pura causalidad" un conocido suyo, al término de una reunión social, le preguntó si le había mostrado "el video", dando por hecho que sabía de qué se trataba. El VHS original registra cómo alguien corre con la cámara encendida desde Pasteur al 300 hasta el lugar de la masacre -Pasteur al 633- "apenas tres o cuatro minutos después del estallido", y graba durante 40 minutos lo que ocurría en el barrio porteño de Once. "No sé qué importancia puede tener para la investigación, pero las imágenes son impactantes. Y así como esta persona tenía este material, también puede haber otros documentos dando vueltas", añadió Berliner.

El secretario general de la AMIA, Julio Schlosser, por su parte, adelantó que los investigadores "van a observar la información que surge del registro e identificar, cuadro a cuadro, las personas que aparecen". "Es un documento judicial que puede ser útil. Pero hasta no tener certeza del contenido, por respeto a las víctimas y a sus familiares, no hay que despertar falsas expectativas", advirtió Schlosser.

Desde el 18 de julio de 1994, cuando explotó la bomba, las autoridades de la investigación han intentado reconstruir cómo fue la masacre y quiénes fueron los responsables. Incluso, en el juicio a la llamada "conexión local", que duró más de dos años, el Tribunal Oral Federal 3 intentó reconstruir a través de testimonios, fotos y registros periodísticos el momento de la explosión y los movimientos posteriores. Ahora, será Nisman quien tendrá que evaluar la relevancia del material y su posible difusión pública.