Respecto de la reunión entre las mandatarias, Timerman también señaló que ambas estarán expectantes de "escuchar lo que digan en el G-20, los países de Europa y en especial Alemania", ya que la canciller Angela Merkel se mostró desde el inicio de la crisis como la máxima defensora del ajuste fiscal. En ese sentido, el ministro señaló que los países emergentes estarán unidos durante la cumbre para señalar que no aceptarán "pagar las crisis de los países desarrollados" y resaltó que "en los últimos, los países en desarrollado hemos venido sustentando la crisis a partir de medidas proactivas".

Luego de la reunión con Rousseff, la presidenta argentina mantuvo un encuentro con los dirigentes sindicales internacionales John Evans; Ken Gerosetti y Fred Van Leuven, además de gremialistas de México y Brasil, y el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, en representación de argentina.

En cuanto al resultado de esa reunión, el canciller argentino señaló que "hubo tres pedidos a la Presidenta. Uno, mantener el tema del trabajo de calidad en las reuniones venideras del G-20. Asimismo, que en la bilateral con su par ruso (Vladimir Putin) se aborde esa cuestión", ya que será Rusia la encargada de organizar la próxima cumbre del bloque. Timerman agregó que el tercer punto abordado por los sindicalistas fue la necesidad de luchar "contra el desempleo juvenil" y las "políticas de flexibilización laboral".

En la séptima cumbre del G-20 desde que estalló la crisis internacional, la Presidenta también mantendrá encuentro bilaterales con el mandatario francés, François Hollande; y con su par ruso, Vladimir Putin, a quienes les insistirá en "abandonar las políticas de ajuste fiscal y fomentar medidas que promuevan el crecimiento y el empleo".