"Me suena un despropósito", consideró el ministro Florencio Randazzo y añadió que "en este caso un conflicto generado en la Municipalidad de Quilmes por la rescisión del contrato de concesión de prestación del servicio de basura a la empresa Covelia, de ninguna manera tiene como respuesta la convocatoria a un paro nacional".

Asimismo, explicó que "en los últimos años aquellos municipios que han tenido el servicio de recolección de basura tercerizado, han tenido una incidencia enorme en los presupuestos municipales" y remarcó que la decisión de llevar adelante ese servicio con empleados municipales fue "tomada por el intendente de Quilmes y hay que respertarla".

Por su parte, el gremio de camioneros decidirá esta tarde las medidas a tomar, mientras dura el acampe de afiliados frente a la Municipalidad de Quilmes, a cargo del kirchnerista Francisco "Barba" Gutiérrez. Por su parte, Pablo Moyano denunció que la presidenta Cristina Kirchner quiere que sean echados "miles" de recolectores para asignarles tareas de programa Argentina Trabaja y desafió a cualquier "intendente" alineado con la Casa Rosada a decir a un empleado que dejará de percibir un salario de "unos 7.000 pesos" para pasar a cobrar "1.500" a través del plan.

"Al mediodía, vamos a hacer una asamblea con los delegados de distintas empresas, acá, en la Municipalidad de Quilmes, y si no tenemos una respuesta positiva, vamos a ir a un paro general (de la rama del sindicato) en todo el país", dijo el dirigente, quien volvió a negar la vinculación de su familia con la empresa: "Ese verso de Covelia, tanto del intendente (de Quilmes) como del periodismo y del gobierno nacional, ya no va más. ¡Que rajen a Covelia! ¡Que la echen!".