Según León Arslanián, uno de los motivos por los cuales los registros con los datos de las víctimas del terrorismo de Estado entre 1976 y 1983 "seguramente" deben existir es porque quienes cometieron esos crímenes "creyó que se trataba de una gesta, de una lucha contra el mal".

"Cada una de las operaciones, los resultados y el destino de las personas desaparecidas tiene que estar, y algún día aparecerá. Por cierto que este hombre (por Videla) se llevó a la tumba el secreto" sobre cada uno de los operativos militares y el destino de los detenidos, insistió el exmagistrado.

Además, Arslanián consideró que "no me parece" que el dictador fallecido ayer en el penal de Marcos Paz "se haya arrepentido ni haya reflexionado ni haya tomado conciencia" de los crímenes que cometió y ordenó cometer. Lo que sí habrá hecho, añadió, es "reflexionar bien acerca de si fueron bien implementadas las acciones, pero no acerca del significado moral de las acciones".

"Las fuerzas armadas cuando organizaron esto lo hicieron de un modo muy planificado con ordenes operativas, con división de funciones, con roles. Y de cada acción militar que se llevaba adelante, se hacían actuaciones, se dejaba constancia y por supuesto que había registros", afirmó.