El santafesino Lucas Martín Matthysse afrontará esta noche la pelea más importante de su explosiva carrera profesional. Desde las 23.15 y con transmisión de la TV Pública y de Direct TV, el noqueador nacido en Rafaela, criado en Comodoro Rivadavia y radicado en Junín expondrá su título interino de los welter juniors del Consejo Mundial ante el estadounidense Lamont Peterson, campeón de la misma categoría pero en la versión de la Federación Internacional. El choque está pactado a doce asaltos y tendrá lugar en el Boardwalk Hall de Atlantic City, EE.UU.

Sólo un detalle reglamentario impide que este combate sea unificatorio: la FIB no reconoce los interinatos que son tan comunes en las otras entidades que rigen el boxeo. Y como Matthysse no quiso renunciar a su porción de campeonato para ir por el de la FIB, se decidió que sea Matthysse y no Peterson quien exponga su título. De este modo, si el argentino gana, retendrá su corona pero no sumará la de Peterson. Si pierde, el estadounidense logrará el interinato hoy en poder de Matthysse. Eso sí: sea quien fuere el triunfador de esta noche irá ante el texano Danny García, campeón regular del CMB, en un pleito que ya tiene fecha y lugar de concreción: 7 de septiembre en Las Vegas.

Fuera de estas prescripciones, la pelea promete muchísimo a la hora de la previa. Con 30 años, Matthysse es un pegador explosivo, tal como lo evidencia su record: 31 victorias por nocaut sobre 33 triunfos y apenas dos derrotas injustas ante Zab Judah y Devon Alexander. Manejado por Oscar de la Hoya, obtuvo el año pasado el interinato welter CMB superando por nocaut técnico en diez vueltas al nigeriano Ajose Olusegun y lo retuvo el 26 de enero de este año noqueando en un sólo round a Mike Dallas Jr en Las Vegas. Dueño de un estilo excitante y comercial, seguramente tratará de lograr una definición rápida y convincente que le abra las puertas de las grandes carteleras del boxeo internacional, más de lo que ya están para él.

Pero no le será fácil la gestión. Peterson, de 29 años y un registro de 31 victorias (dieciseis antes del límite), una derrota y un empate, es un boxeador fino, elegante y de buena línea, con piernas ágiles para subir de la metralla pesada del argentino y poder contraatacar, aunque de mandíbula no demasiado resistente. Un dato: después de haberle ganado en decisión cerradísima el título al inglés Amir Khan en diciembre de 2011, Peterson estuvo dieciseis meses inactivo por haberle dado positivo el control antidoping posterior a ese combate. Recién reapareció el 22 de febrero de este año batiendo por nocaut técnico en ocho rounds a Kendall Holt en Washington, su ciudad natal. Con ese antecedente inquietante, subirá esta noche al ring de Atlantic City para tratar de detener la vigorosa marcha ascendente de Lucas Matthysse.