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El candidato de la centroizquierda venció en Roma en las elecciones celebradas entre ayer y hoy en la capital y en más de 560 municipios de Italia, comicios en los que la abstención fue gran protagonista pese a que suponían una prueba clave para el actual rumbo de un país afectado por una profunda crisis económica y política. Celebradas apenas un mes después de la investidura como primer ministro de Enrico Letta, del PD, las elecciones municipales registraron un escaso índice de participación, pese a que eran un test crucial para la actual administración.

Según el Ministerio del Interior italiano, de los 7 millones de ciudadanos habilitados, sólo votó un 62,38 por ciento, 14,78 puntos menos que en los comicios anteriores. El dato de abstención fue más llamativo en el caso de Roma, considerada como el termómetro del sentir ciudadano respecto de los comicios. La afluencia a las urnas en la capital fue sólo del 52,8 por ciento, 20,86 puntos menos que hace cinco años.

Marino, médico de formación y senador del PD de Letta hasta su renuncia el 22 de mayo, habría obtenido un 41,4 por ciento de los votos, según las proyecciones. El actual alcalde de Roma, del PDL del exprimer ministro Silvio Berlusconi, lo sigue con el 30,3, mientras que el aspirante del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo, Marcello de Vito, se ubica en tercer lugar con un escaso 12,8 por ciento.

El resultado de las municipales en Roma coincide con los datos que ofrecen las encuestas a nivel nacional tras las elecciones generales de febrero, es decir, una caída en la intención de voto del M5S, que llegó a ser el partido en solitario más votado para la Cámara Baja en los últimos comicios parlamentarios. Sin embargo, plantado en su posición de no negociar la formación de ningún gobierno, sufrió una pérdida de apoyos.

También se elegía alcalde en otros 563 municipios, entre ellos varias capitales de provincia, Ancona, Brescia, Pisa, Vicenza y Viterbo. En aquellos de hasta 15.000 habitantes, no habrá segunda vuelta electoral.

Después de Roma, el resultado que más atención suscitaba era el de Siena, cuya administración de centroizquierda se vio envuelta en el escándalo por la gestión de la fundación que controla el tercer banco del país, Monte dei Paschi (MPS), que necesitó ayuda pública y que reconoció un agujero de 730 millones de euros por operaciones especulativas. Con el 20 por ciento de los votos escrutados, la centroizquierda retendría la ciudad: su candidato, Bruno Valentini, logró el 42,18 por ciento de los votos, por delante del aspirante del centroderecha, Eugenio Neri, con el 23,47, y del M5S, Michele Pinassi, con el 7,21.