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La información oficial reveló que en agoto las obras viales crecieron 20 por ciento y las de infraestructura avanzaron 24,2. En cambio, la construcción de viviendas subió 9,4 por ciento y la del resto de los inmuebles 14,6. Por su parte, las construcciones petroleras se desplomaron 23,6 por ciento.

El ritmo de crecimiento del sector en agosto fue casi tres veces superior que el promedio de los meses anteriores. A su vez, dado que el crecimiento se concentró en la obra pública, la venta de asfalto aumentó 45,5 por ciento frente a agosto del año pasado y provocó que, luego de ocho meses, la venta de este producto pase de un saldo negativo a un avance de 4,2 por ciento.

La venta de cemento subió 27,7 por ciento, la de hierro 10,8, la de ladrillos 10,8 y la de pinturas 4,7. En tanto, frente al menor ritmo de crecimiento de las viviendas, los despachos de pisos y revestimientos cayeron 11,9.

La dependencia del sector de la obra pública quedó expuesta con la baja del 25,4 por ciento que mostró el registro de permisos de edificación en los 42 municipios que evalúa el INDEC. En ocho meses, la superficie cubierta autorizada a construir acumula una caída de 10 por ciento, respecto al mismo período del año anterior.

Entre las firmas dedicadas a la obra pública, el 25 por ciento estima que el nivel de actividad aumentaría durante septiembre, porcentaje que desciende al 9,1 por ciento cuando la consulta se extiende a las que trabajan con el sector privado.