El jefe del Ejecutivo español aseguró que "no puedo discutir (con el presidente de la Generalitat, Artus Mas, máximo impulsor de la consulta prevista para el próximo 9 de noviembre) sobre algo que compete al conjunto del pueblo español".

El desafío independentista es uno de los principales retos a los que se enfrenta Rajoy en su segunda fase de la legislatura, dos años después de llegar al gobierno. La semana pasada, el parlamento de Cataluña aprobó la propuesta de pedir al Congreso de los Diputados español que delegue en ella las competencias para convocar un referéndum de autodeterminación. Mas fijó la fecha el pasado 12 de diciembre, tras un acuerdo con los demás partidos catalanes favorables a la iniciativa. Las preguntas que pretende plantear a los ciudadanos son: "¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado?" y, en caso afirmativo, "¿quiere que sea independiente?".

Cataluña, con 7,6 millones de habitantes, es la región más dinámica económicamente de España, aunque también es la que acumula una mayor deuda. Las últimas encuestas muestran que la mayoría de los catalanes quiere que se celebre la consulta, pero difieren en el apoyo a la independencia, que se mueve entre el 31 y el 54,7 por ciento.