Martes, 22 de abril de 2014 | Hoy
21:18 › LAS SIRENAS DE ONCE SONARON EN TRIBUNALES
Sobrevivientes de la tragedia ferroviaria que causó 51 muertos declararon ante el Tribunal Oral Federal II. Uno de los testigos afirmó que al pasar la estación Morón escuchó al maquinista Marcos Antonio Córdoba manifestar que los frenos "no funcionaban". Por la mañana, familiares y amigos de las víctimas de realizaron un acto frente Comodoro Py al cumplirse 26 meses del accidente.
"Para rescatarme tuvieron que sacarme un muerto de encima", dijo Natalia Meza, quien fue operada más de 30 veces, tiene que caminar con muletas por una fractura expuesta en una de sus piernas y después de la tragedia no pudo volver a trabajar. Meza fue la última persona rescatada del primer vagón del tren, cinco horas después del choque: "No me podía casi mover de la cintura para abajo. Me movía y el dolor era cada vez mayor".
Norma Barrientos, cuya hija murió en la tragedia, dijo a su turno que al pasar la estación Morón escuchó al maquinista Marcos Antonio Córdoba manifestar que los frenos "no funcionaban". "El tren paraba antes de las estaciones. Arrancaba y volvía a frenarse", precisó la pasajera, y recordó que antes del impacto le llamó la atención que al ingresar al andén dos de la terminal ferroviaria la formación "no bajaba la velocidad".
"Pensé '¿cuándo va a frenar?' y ahí sentí el impacto. Volé y quedé con un montón de cuerpos encima. Yo gritaba el nombre de mi hija, creí que había perdido la pierna. A las cuatro de la madrugada me enteré que mi hija estaba muerta", relató entre sollozos.
Maximiliano Villalba, que viajaba en el primer vagón del tren siniestrado, manifestó que "los bomberos con una soga nos intentaban sacar, pero no sabían cómo hacerlo porque estábamos todos pegados. Nos ponían aceite y agua para que nos despeguemos de la gente". "Había mucha gente pegada entre sí, gente debajo mío. Me orinaron. La gente estaba desesperada. Fue un desastre", agregó, y recordó que un hombre quedó atrapado y para sacarlo tenían que cortarle las piernas.
Sobre el funcionamiento del tren el día de la tragedia, el testigo sostuvo que la formación anduvo mal desde la estación de Moreno. "No lo querían sacar porque andaba mal. Tardaron 30 minutos en sacarlo. La gente decía que el motorman no quería seguir porque el tren andaba mal. Para mí el motorman sabía, pero le hicieron continuar la marcha porque estaba lleno de gente y si lo hacían parar se iba a armar lío", destacó Villalba al declarar como testigo.
Más temprano, a las 8.32 -hora de la tragedia ocurrida el 22 de febrero de 2012- los familiares hicieron sonar sirenas en la entrada de Comodoro Py 2002, previo al inicio de una nueva jornada del juicio a la que fueron citados sobrevivientes de la tragedia en la terminal de Once. "Frente a las realidades de los despachos, de los que se sienten perseguidos políticos, se contrapondrá la realidad de aquellos que han puesto su cuerpo y su vida en lo que ha sucedido", sostuvo Paolo Menghini, padre de una de las víctimas, en referencia a la declaración del exsecretario de Transporte Ricardo Jaime.
"Estamos acá frente a los tribunales en búsqueda de la Justicia", insistió el papá de Lucas Menghini Rey, el joven que fue hallado muerto 24 horas después del choque del tren. "Hay quienes no entiende que la tragedia no empezó a las 8.32 sino muchos años antes", afirmó Menghini.
Ayer, Jaime aseguró que el juicio por la tragedia de Once es "político" y dijo que cumplió directivas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, mientras su sucesor en el cargo, Juan Pablo Schiavi, afirmó que "no hubo desidia" y que el ferrocarril Sarmiento "era seguro".
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