El aparato, del tipo Hercules C-130, cayó sobre la zona residencial unos dos minutos después del despegue y se incendió. El avión, en el que viajaban militares con sus familiares, impactó contra casas y comercios en Medan, la capital de la provincia de Sumatra del Norte y la tercera ciudad más grande de Indonesia.

Según la Fuerza Aérea indonesia, el piloto había avisado de problemas técnicos después del despegue y había solicitado permiso para volver. "Nadie ha sobrevivido", informó el jefe de la Fuerza Aérea indonesia, Agus Supriatna. Hasta el momento han sido recuperados 49 cadáveres, agregó.

El jefe de la Fuerza Aérea precisó que el avión despegó en Yakarta con 113 personas a bordo, entre ellas 12 tripulantes, con destino a Tanjung Pinang, en la isla de Bintan. Sin embargo, no se sabe cuántas personas continuaron el viaje después de que el avión hiciera escalas en Pekabaru y Dumai.

Las emisoras noticiosas indonesias mostraron imágenes de fragmentos humeantes del avión siniestrado, automóviles destruidos y casas reducidas a escombros. Un testigo del accidente relató que antes de estrellarse salieron llamas del aparato y se oyó una fuerte explosión. "Cinco miembros de mi familia estaban a bordo del avión", dijo un hombre identificado como Jansen al canal de televisión Metro.