"Dilma, quiero agradecerle por haber llevado la alianza entre nuestros dos países a un nuevo nivel", dijo Obama en una conferencia de prensa conjunta luego de una reunión de dos horas. También agradeció a Rousseff por "su amistad".

Los mandatarios se reunieron con una agenda marcada por el énfasis en reforzar la cooperación y el impulso al comercio bilateral entre los dos gigantes del continente. En su primer cara a cara después de las tensiones surgidas en 2013 a causa del espionaje estadounidense a las comunicaciones de Rousseff y otros funcionarios de su gobierno, el episodio se dio por superado por las dos partes.

Al respecto Rousseff aseguró que cree en las garantías que el mandatario Barack Obama le ha dado sobre los cambios en su política de seguridad. "Yo creo en el presidente Obama. Él me dijo que cuando precise de alguna información sobre Brasil, me llamará por teléfono. Tengo seguridad de que las condiciones han pasado a ser diferentes ahora", dijo la mandataria brasileña durante una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca.

Ayer, Rousseff y Obama visitaron el monumento al líder por los derechos civiles Martin Luther King Jr, en el centro de Washington, y posteriormente ambos mandatarios y un selecto grupo de ministros y asesores especiales compartieron una cena en la Casa Blanca.

El viaje de Rousseff tiene el carácter formal de "visita oficial", aunque Obama hizo gestos especiales como alojar a Rousseff en la residencia oficial para huéspedes, la Blair House, y organizó la cena del lunes con figuras del más alto escalón de gobierno.