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Stornelli, que ya declaró en la causa, deberá presentarse mañana a las 10 en la fiscalía que conduce la fiscal Viviana Fein, quien se encuentra a cargo de la instrucción del sumario e intenta avanzar en una de las líneas de la investigación respecto de la hipótesis del suicidio inducido.

En ese contexto, le pedirá al exministro de Seguridad bonaerense que "brinde algunas precisiones" sobre una serie de llamadas telefónicas que resultaron sospechosas a los ojos de los investigadores, según indicaron fuentes judiciales.

De un estudio de cruces de llamados que la fiscal Fein había encargado a la División especial de Delitos Bancarios de la Policía Federal surgió que el 18 de enero -día en el que Nisman apareció muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero- Stornelli se comunicó con una mujer de Pinamar, que además estaba en contacto permanente con los ex agentes de la SIDE en los que más confiaba el ex titular de la UFI-AMIA.

Antes de llamar a Stornelli, la mujer -Silvia Beatriz Tomalini- se había comunicado con el ex director de Análisis de la ex Secretaría de Inteligencia de Estado, Alberto Massino, con quien también había dialogado Nisman antes de morir.

Las fuentes judiciales consultadas por Télam indicaron que ni Stornelli ni Massino informaron en sus respectivas declaraciones testimoniales que habían entrado en contacto con Tomalini.

El contacto entre Tomalini y Stornelli habría sido a través de un teléfono de la secretaría de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires que Stornelli reconoció como propio.

En el informe recibido por Fein también se detectaron varias comunicaciones entre Stiuso y Mazzino durante el 18 de enero y, además, otra triangulación entre los ex agentes, un policía retirado y un miembro del equipo de seguridad de Nisman.