En un "Mensaje al Senado y al pueblo brasileño", que leyó desde el Palacio de la Alvorada, la presidenta suspendida Dilma Rousseff se manifestó "convencida de la necesidad de la convocatoria de un plebiscito con el objetivo de consultar a la población sobre la realización anticipada de elecciones" y pidió a la Cámara alta cerrar el proceso de impeachment que se le inició el 12 de mayo y que será definido la semana próxima.

"Si se consuma el impeachment sin crimen de responsabilidad, tendríamos un golpe de Estado. El colegio electoral de 110 millones de electores sería sustituido por 81 senadores", sentenció la mandataria.

"Necesitamos fortalecer la democracia en nuestro país y para esto será necesario que el Senado cierre el proceso de impeachment en marcha, reconociendo que frente a las pruebas irrefutables, que no hubo delito de responsabilidad, que soy inocente", sostuvo Dilma, quien fue reemplazada por su vice, el presidente interino Michel Temer, quien rompió la alianza gubernamental para respaldar el impeachment.