El cabecilla del escándalo de corrupción conocido como Gürtel, Francisco Correa, confirmó en su declaración que actuaba como mediador para conseguir contratos de obras públicas a cambio de una comisión, que oscilaba entre el 2 y el 3 por ciento del contrato, dinero que le entregaba al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, quien se encargaba de repartirlo entre aquellos miembros del PP que habían colaborado en la adjudicación irregular.

Correa, quien se enfrenta a un pedido de 125 años de prisión, está acusado de liderar "un entramado societario y personal dirigido a enriquecerse ilícitamente con fondos públicos". "Eran carreteras, autopistas, obras del AVE, de Medio

Ambiente..." explicó, ante el tribunal que le juzga en la Audiencia Nacional, y aseguró que Génova, donde se encuentra la sede del partido en Madrid, era como su casa.

Entre los 37 acusados por las irregularidades cometidas entre 1999 y 2005 por una red empresarial que presuntamente recibió a cambio de dinero contratos de diferentes administraciones gobernadas por el PP, se encuentra Bárcenas, quien llegó a acumular 48,2 millones de euros en Suiza, que la Fiscalía cree que fueron obtenidos por la trama Gürtel y a través de la contabilidad irregular del PP.

El juicio, que ha sido utilizado como arma por los adversarios políticos de Rajoy en los últimos años, tiene lugar en medio del bloqueo político que vive el país, que lleva diez meses con el Gobierno de Rajoy en funciones.