Los carriles exclusivos unirán Retiro y La Boca a través de las avenidas Leandro N. Alem y Paseo Colón. El primer tramo de cortes será entre Belgrano e Hipólito Yrigoyen, donde sólo se podrá circular por los carriles laterales.

Tras años de polémica y habiendo superado varios escollos judiciales, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que el miércoles 2 comienza la obra del nuevo Metrobús del Bajo, el carril exclusivo para colectivos que unirá el barrio de Retiro con La Boca y atravesará las avenidas Leandro N. Alem y Paseo Colón a lo largo de 2,9 km de recorrido.

Rodríguez Larreta señaló que con el Metrobús del Bajo se verán beneficiados unos 300.000 pasajeros y que en abril del año próximo deberá estar concluido. Los pasajeros verán reducido en media hora el tiempo de viaje.

La obra, que está prevista en cinco etapas, obligará a cortes totales de estas avenidas y complicará el tránsito en una de las vías de ingreso a la Ciudad de Buenos Aires por varios meses. La primera etapa de la obra comenzará este miércoles en el tramo que va desde Leandro N. Alem y San Martín, junto a la estación de Retiro, hasta la intersección de Paseo Colón e Independencia.

El primer tramo de cortes será entre la avenida Belgrano e Hipólito Yrigoyen, donde sólo se podrá circular por los carriles laterales. Después se seguirá por el tramo de Paseo Colón hasta Estados Unidos. Y finalmente se avanzará hacia el norte hasta llegar a Retiro.

El gobierno sugirió a los usuarios de transporte público que utilicen combinaciones de subte hacia Retiro o Constitución, las líneas de colectivo que circulan por la avenida 9 de Julio, o el uso de las Ecobici.​

En esta primera etapa, no es necesario mudar o demoler edificios situados sobre Paseo Colón, que fue el motivo de la demora en las obras. Las cuadras problemáticas son las que están entre Independencia y Brasil, y quedarían para una segunda etapa. Allí funcionan una escuela, un centro cultural, un centro de niños y adolescentes, un predio de jubilados, el histórico edificio Marconetti y el ex centro clandestino de detención Club Atlético. Con la mayoría de esas entidades se llegó a un acuerdo. El Isauro Arancibia –una escuela para chicos que viven en la calle- es el único que aún desconoce su destino.