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Con la exposición del ministro del Interior Rogelio Frigerio, el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Asuntos Penales, y de Presupuesto y Hacienda del Senado comenzó a debatir el proyecto de reforma electoral impulsado por el Gobierno, que ya tiene media sanción de Diputados.

Frigerio defendió el apuro del Ejecutivo para que se apruebe el proyecto porque existe una "restricción en los tiempos" para implementar el voto electrónico en las elecciones legislativas de 2017. "Los tiempos nos urgen porque tenemos un mandato de la sociedad para votar de mejor manera en 2017", manifestó.

En tanto, el apoderado del Partido Justicialista, Jorge Landau, expuso los cuestionamientos de su partido, pidió “gradualidad y aplicación progresiva” y propuso "enriquecer este proyecto con un plan de contingencia que puede ser una boleta de papel".

Sin embargo, Frigerio insistió con que "lamentablemente no se puede pasar de determinado punto del año” para la aprobación de la reforma, porque no se contaría con “los tiempos necesarios para la implementación del sistema tecnológico". "No podemos acelerar los procesos de licitación antes de tener una ley", completó el ministro.

Además, el funcionario volvió a argumentar que no se trata de un sistema de voto electrónico, sino de “boleta con dispositivo electrónico" y remarcó que el proyecto "habla de incorporar tecnología, no de un sistema de votación en particular". Frigerio agregó que quien determinará el sistema que finalmente se utilizará será la Justicia Electoral y que habrá un doble control: “tecnológico y también el conteo manual de boletas".

Por su parte, Landau remarcó que "debe preservarse el carácter secreto del voto" y reiteró la intención de que no se incluya un chip en las boletas impresas por la vulnerabilidad demostrada por especialistas informáticos. "Si por un dispositivo remoto puede verificarse el contenido del voto entonces no parece aconsejable sostener ese sistema", enfatizó el también diputado del PJ.

"Me pronuncio por la gradualidad y aplicación progresiva del sistema de votación: podría aplicarse en ciertas ciudades", sentenció. También observó que el software y los dispositivos utilizados “deberían producirse en organismos que dependan del Estado".

Tras escuchar más críticas al apuro y nuevos reclamos de gradualidad, Frigerio dijo que la reforma es "un proceso largo". "Tuvimos que aceptar modificaciones y hoy se han planteado cosas razonables", planteó y advirtió que el proyecto "hay que seguir discutiéndolo".