Kirchner bajó las escalinatas de la Rosada, cruzó las vallas separa el edificio de la Plaza histórica y entre abrazos y besos de los manifestantes ratificó que terminará su mandato "el 10 de diciembre del 2007" y que espera para entonces, "poder decir al pueblo argentino que estamos saliendo del infierno".

"Estoy muy tranquilo de conciencia por cumplir con los trabajadores que han sufrido muchísimo. Este es el pacto de todos los argentinos que estamos trabajando para poder decirle -Dios quiera- al pueblo argentino, cuando me toque terminar el mandato el 10 de diciembre del 2007, que estamos saliendo del infierno", señaló Kirchner en breves declaraciones.

Kirchner, que volvió a dejar lejos de sus espaldas a su custodia, estuvo casi 15 minutos con los trabajadores que se concentraron frente a la Casa de Gobierno, acompañados por un grupo del movimiento kirchnerista Libres del Sur.

Poco antes, Kirchner había encabezado el acto de firma del decreto número 1197 en el salón Sur de la Casa Rosada, acompañado por los ministros de Trabajo, Carlos Tomada; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; del Interior, Aníbal Fernández y los secretarios general de la Presidencia, Carlos Parrilli y de Legal y Técnica, Carlos Zannini, entre otros funcionarios.

El presidente no habló durante el acto, y en su lugar lo hizo Tomada, quien destacó que el decreto que modifica uno anterior firmado durante la presidencia de Carlos Menem, "es una decisión que apunta a fortalecer el complejo de la Marina Mercante, tan perjudicado por la desregulación brutal de la década pasada".

Tomada señaló que "quienes accederán a la jubilación con este decreto, no pasan de la exclusión a la pasividad, pasan del olvido a la inclusión" social, al tiempo que ratificó el objetivo del gobierno de "erradicar el trabajo en negro en todos los puertos argentinos".

"Esta incorporación es un acto de estricta justicia social", agregó Tomada quien luego explicó en declaraciones a la prensa, que el monto del haber jubilatorio y la cantidad de beneficiarios "se determinarán a medida que se crucen todos los padrones" de los trabajadores portuarios y "de acuerdo a los salarios que cobraban en su momento".

Kirchner se acercó primero a los trabajadores que se reunieron en el salón Sur, los abrazó uno por uno, y recibió a cambio, de regalo, un apoyo explícito del gremio de estibadores, y un casco blanco con la leyenda: "Menem genocida, desaparecidos sociales".

El casco pertenecía a "Oscar Antonio Nievas", un trabajador estibador desaparecido durante la última dictadura militar.

En ese marco, el secretario general del gremio de estibadores, Francisco Montiel, expresó en su discurso el agradecimiento al jefe de Estado y prometió "todo el apoyo de los trabajadores portuarios a esta lucha que está llevando el presidente contra el liberalismo" y "en defensa de un proyecto nacional".

En la manifestación un grupo de trabajadores portaron una pancarta gigante escrita con letras negras que decía: "Que aparezca Julio López".

El decreto alcanza a los trabajadores despedidos en la década del '90 y estableció la creación de las Administraciones Provisorias del Puerto de Buenos Aires, Bahía Blanca y Quequén, Rosario y Santa Fe y Ushuaia.

Fuente: DYN