Los diputados opositores respondieron así al presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien este sábado les pidió que si "tienen algo de dignidad se vayan calladitos a su casa" y permitan que sus suplentes asuman funciones y retomen el trabajo del Congreso unicameral, paralizado desde hace dos semanas al iniciar la crisis política.

Los legisladores afirmaron que siguen siendo diputados y que sus suplentes se guían por los lineamientos de los partidos de oposición, afectados por la decisión del Tribunal Electoral, según un cable emitido por DPA.

Correa había expresado el sábado último su deseo de que mañana "se reúna el Congreso con los suplentes", y afirmó que en el Parlamento "seguirá una mayoría de oposición porque los suplentes son de los mismos partidos que los principales destituidos".

Así las cosas, mañana será un día crucial en la crisis política generada por la pugna entre el Congreso y el Tribunal Electoral, ya que está convocada la sesión del Congreso, y el Tribunal Constitucional se pronunciará sobre un pedido de amparo solicitado por el dirigente de derecha Pascual del Cioppo, que pide dejar sin efecto la medida de destitución.

El conflicto político se generó la semana pasada tras la decisión del TSE de destituir a 57 legisladores opositores, en represalia por la decisión de los diputados de cesar en sus funciones al presidente del organismo, Jorge Acosta, por convocar a consulta popular sin pedir la autorización del congreso.

Los ecuatorianos deberán votar en consulta popular el 15 de abril si se instala o no una Asamblea Constituyente, con la que Correa busca introducir cambios profundos en el país.

El conflicto político todavía se mantiene, tras una semana de disputas que se iniciaron el martes cuando los diputados destituidos intentaron ingresar al congreso unicameral a la fuerza y en los enfrentamientos quedaron dos diputados heridos.

El jueves la disputa tuvo otro capítulo con el lanzamiento de la campaña a favor del "Sí" en la consulta popular para la Asamblea Constituyente con una masiva movilización de la oficialista Alianza País, y otra de protesta masiva de parte del derechista partido Social Cristiano, en contra del gobierno.

El presidente del Congreso, Jorge Cevallos, intentará mañana instalar la sesión ordinaria, que requiere de al menos 51 legisladores de un total de 100.

Para ello deberá posesionar a los legisladores suplentes, por lo que ahora las negociaciones políticas apuntan a lograr que los alternos acepten asistir al Parlamento.

No obstante, algunas interpretaciones señalan que los suplentes deben asumir en una sesión, pero para que la haya debe haber un quórum de 50, algo imposible de lograr porque al Congreso le quedan 43 diputados en funciones.

Por su parte, dos jueces de la provincia costera de Manabí negaron un recurso de amparo contra la destitución de los 57 legisladores y otro contra la convocatoria a consulta popular, medidas que dejan vigentes la destitución de los legisladores y la consulta misma.

Correa dijo que tras esa decisión de los jueces, "el camino está expedito para que se normalice la vida política del país, que nunca se complicó desde el punto de vista legal".