Además, al encabezar en la Casa de Gobierno la firma de un convenio de capacitación para trabajadores del gremio de la construcción, el mandatario elogió a los empresarios nacionales que en el 2001, pese a la crisis, "se quedaron y afrontaron con valentía el riesgo de perder toda una vida de trabajo".

"Eso tiene una valoración absoluta", aseveró Kirchner, quien, una vez finalizado el acto salió de la Casa de Gobierno y, desde una de sus explanadas, saludó a los obreros que, con sus cascos amarillos, se movilizaron esta mañana en ocasión de la firma del acuerdo de capacitación.

Por otro lado, el Presidente volvió a plantear que Argentina debe construir su "agenda estratégica" y dijo que eso es lo que le gustaría "estar discutiendo con la oposición" en el marco de la campaña electoral "porque eso es lo que hace a un país en serio, que se jerarquiza, que mejora".

Además, en su discurso, Kirchner defendió la política económica de su gestión y, en particular, a la inversión pública, a la que definió como sinónimo de "trabajo, de reconversión económica, de crecimiento y de dignidad".

De hecho, expresó su preferencia por la "tensión del crecimiento" y no por "la tensión de la exclusión" y, por ese motivo, previamente pronosticó que su afirmación seguramente no iba a ser del agrado de los defensores de las "recetas neoliberales".

Al referirse puntualmente al rubro de la construcción, el presidente Kirchner destacó su crecimiento y sostuvo que este sector de la economía "sigue creciendo fuertemente y así continuará", y criticó a los "economistas neoliberales, que dicen que la inversión pública es gasto público improductivo".

En otro orden, el Presidente destacó la "profundización" de las relaciones con México "en varios aspectos muy importantes" y sostuvo que, en su paso por ese país, la senadora Cristina Fernández había hecho una tarea "con absoluto éxito".

Además, Kirchner sostuvo que el Mercosur recibirá con "los brazos abiertos" a México si quisiera "acercarse" al bloque.