Viernes, 16 de noviembre de 2007 | Hoy
00:00 › FRANCIA Y ALEMANIA AFRONTAN GRANDES PAROS EN EL TRANSPORTE
La huelga de transporte en Francia entró hoy en su tercer día causando masivos problemas de circulación en todo el país, mientras las anunciadas negociaciones entre la patronal, los sindicatos y el gobierno aún no comenzaron.
En París funcionaba esta mañana uno de cada tres subtes, aunque en el transporte de larga distancia se registró una ligera mejora.
Se prevé que de los 700 trenes de alta velocidad sólo salgan 250. Los trenes internacionales Thalys hacia Colonia (Alemania) y Eurostar hacia Londres no fueron afectados por el momento, reportó la agencia DPA.
La empresa ferroviaria SNCF advirtió que los problemas circulatorios continuarán el fin de semana.
El primer ministro francés, Francois Fillon, pidió mientras tanto el fin de la huelga que "afecta en primera línea a los clientes del tren".
Los trabajadores ferroviarios franceses protestan contra la proyectada eliminación por parte del gobierno del presidente Nicolas Sarkozy de beneficios jubilatorios que ofrecen a muchos empleados del sector público la posibilidad de retirarse de la vida laboral antes que el promedio de los trabajadores.
Las medidas afectarían a medio millón de empleados públicos. En la huelga también participan los trabajadores de las empresas estatales de gas y electricidad y de la ópera parisiense.
La continuación de la medida de fuerza fue anunciada anoche por los sindicatos que llevan adelante la protesta contra la reforma impulsada por el presidente Nicolas Sarkozy.
La decisión fue votada en asambleas de siete organizaciones sindicales (CGT, CFDT, FO, CFTC, Unsa, Sud-Rail y CFE-CGC).
El sindicato Fuerza Obrera señaló que 90 por ciento de los trabajadores de tres grandes ciudades fancesas (París, Marsella y Burdeos) resolvió continuar con la medida de fuerza, informó la agencia Europa Press.
En la red de servicio público de París, donde cuatro de los ocho sindicatos sostienen el paro, la patronal informaba anoche que la huelga era cumplida por 27,2 por ciento de los trabajadores.
El presidente Sakozy ha sostenido que ese sistema constituye un "privilegio" para un sector en detrimento de la situación de la mayoría de los trabajadores franceses.
La huelga es el primer gran desafío que afronta el mandatario desde que asumió, hace seis meses, ya que la reforma previsional del sector público fue uno de los lemas de su campaña electoral.
El primer ministro francés, Francois Fillon, volvió a hacer anoche un llamamiento a la "responsabilidad" para que finalice el conflicto y empiece la negociación.
Por otra parte, la mayor huelga de trenes de la historia de Alemania también entró hoy en su tercer día afectando a millones de personas y generando un serio perjuicio en el transporte de mercaderías.
La situación "empeora de forma dramática" a consecuencia de la huelga, la más prolongada y amplia en la historia de los ferrocarriles alemanes, sostuvo un vocero de Deutsche Bahn, la compañía estatal de ferrocarriles.
"En el este de Alemania sólo están funcionando los principales trenes de suministro", agregó, según la agencia alemana de noticias DPA.
La directiva de la empresa no dio señales de acceder a las exigencias del sindicato de maquinistas GDL para que se les otorguen aumentos salariales de más del 30 por ciento y un convenio tarifario por separado del resto del personal de ferrocarriles.
"Quienes se trasladan en el interior de Berlín no tienen tantos problemas, pero quienes vienen de las afueras son los más afectados por la huelga", explicó Juan Carlos Tellechea, corresponsal uruguayo de la CNN en Alemania.
Los medios locales indicaron que en total son unos 4,8 millones de pasajeros los que hacen uso diario de los trenes urbanos y de las cercanías, quienes sufrieron demoras durante esta jornada de protestas.
Tellechea comentó que las calles de Berlín no están saturadas y que se puede transitar normalmente, aunque indicó que el metro, los autobuses y el tranvía (que funciona en el este) se encuentran "medio saturados" porque no están capacitados para el afluente de gente.
Estos medios de transporte no están de paro debido a que dependen del gobierno municipal de Berlín, en cambio, los trenes del interior y los que van al resto de Europa, pertenecen la administración federal.
"También hay problemas para salir del país, sobre todo a Francia", explicó el periodista uruguayo, quien agregó que las autopistas que unen la capital con el interior se encuentran embotelladas.
"Igualmente, los primeros días fueron más complicados. Hoy la gente ya se adaptó y, los que antes venían en tren, ahora comparten el auto con otros", agregó Tellechea.
El sindicato GDL llamó a la huelga a los maquinistas de trenes de carga y a los del transporte de pasajeros desde las primeras horas de ayer.
Los servicios regionales más afectados fueron los del Este alemán, donde operó sólo un 20 por ciento de los trenes, mientras que en el Oeste, donde muchos maquinistas tienen estatus de funcionario público y por ende prohibición de ir a huelga, funcionaba la mitad de los trenes.
Cerca de un tercio de los trenes de larga distancia efectuaron sus recorridos, mientras que los servicios urbanos tuvieron desigual nivel de cumplimiento.
La GDL, que representa a tres cuartas parte de los 20.000 maquinistas alemanes, amenazó con una huelga por tiempo indefinido la próxima semana si la patronal no presenta una nueva oferta.
La Deutsche Bahn persiste en ofrecer un aumento de 4,5 por ciento como el otorgado al resto del personal y se niega a otorgar un convenio por separado a los maquinistas por temor a que sigan el ejemplo los demás empleados.
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