Miércoles, 9 de septiembre de 2009 | Hoy
Mientras las entidades nacionales agropecuarias deciden si aceptan o no la invitación del Gobierno, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aclaró que fueron invitadas a participar "de un acto", que encabezará la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en el que se firmará un acuerdo marco de apertura permanente de exportaciones de trigo y maíz.
El jefe de Gabinete defendió, además, la alícuota que tributan las exportaciones de soja como una forma de "evitar el monocultivo". Recordó que la minería también paga gravámenes, y se opuso a la imposición de mayores gravámenes a este último sector o la creación de un impuesto a la renta financiera.
En su exposición ante la Cámara alta, Fernández defendió el nivel de retenciones del 35 por ciento, que se le aplican a las exportaciones de soja, pero destacó que no está en contra de su producción y venta. "Si nosotros no fuéramos lo suficientemente contundentes" con la aplicación de esos derechos de exportación "estaríamos facilitando el monocultivo de soja, el cual desplazaría a los cultivos que llevan a la mesa de los argentinos, y al valor que podemos pagar los argentinos, y eso no lo podemos permitir", argumentó el ministro.
Fernández respondió así al senador radical Juan Carlos Marino (La Pampa), quien le preguntó por qué el Gobierno no le imponía impuestos a la minería, la renta financiera y el juego.
El jefe de Gabinete sostuvo que "la minería aporta 10.000 millones de pesos al año", al tiempo que sostuvo que la aplicación de un impuesto a la renta financiera no forma parte de los temas bajo análisis que tiene el Gobierno.
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