"Si España era un aliado importante para nosotros en el tema Malvinas, después de lo que hicimos con YPF vamos en contra del reclamo (de soberanía de las islas), que sí es absolutamente genuino y nos corresponde", interpretó el empresario durante la inauguración de la Plaza de la Shoá, que recordará a las víctimas del Holocausto en el barrio porteño de Palermo. "Lo que hicimos con YPF no ayuda a que tengamos aliados por lo de Malvinas", insistió.

La interpretación de Macri va a contramano de las declaraciones de Héctor Timerman, quien sostuvo que "la nacionalización de las acciones de Repsol va a afectar poco y nada nuestras relaciones internacionales". Según el canciller "es falso que el mundo se nos haya venido encima. Eso es lo que querría el establishment, que nos caigan encima las siete plagas de Egipto. Y la realidad es que hay un inmenso apoyo popular. En España hay carteles que dicen ‘Yo apoyo a YPF, soy español, no accionista de Repsol’. Y hemos tenido el respaldo del Parlamento mexicano”.

“Incluso en España están bajando los decibeles respecto de Repsol. De a poco van entendiendo que Argentina era el único país de América latina que no tenía el control sobre un recurso estratégico como es el petróleo”, enfatizó el diplomático.