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“Rodolfo Puiggrós no es el único, pero son selectos aquellos pensadores silenciados por el sistema y que fueron tan importantes para formar el pensamiento de toda una generación”, señaló el juez Eduardo Duhalde en el homenaje que se realizó ayer al ex rector de la Universidad de Buenos Aires, en el auditorio de la Cámara de Diputados. Durante el acto también se leyó una carta del ex dirigente montonero Mario Eduardo Firmenich.
Duhalde recordó que tenía 20 años cuando conoció a Puiggrós en 1959 y que luego, en 1973, fue su colaborador en la UBA. “Nos permitió formarnos no sólo con sus libros, sino también con sus diálogos, era un ser humano excepcional, sanguíneo y que vivía así, vivió la vida como una pelea.” El orador subrayó la fuerza polémica de los libros de Puiggrós, su análisis de la Revolución de Mayo y su historia crítica de los partidos políticos. “Creo que ni antes ni después se escribió nada mejor sobre la vida de Mariano Moreno.” Indicó que esa forma de asumir la vida como una pelea lo llevó en 1945, desde el Partido Comunista, a tratar de integrar al pensamiento de izquierda a esa nueva fuerza que surgía. “No era sólo por la tradición eurocentrista de la izquierda, sino también por el macartismo que había en el peronismo, por eso pienso que fue un profeta de soledades.” Entre los presentes se encontraba Delia, la viuda de Puiggrós, Goyo Lebenson, compañero de lucha, la socióloga Beba Ballbé, el cineasta Gerardo Vallejos y Bernardo Alberte hijo y se leyeron adhesiones del ex gobernador de Córdoba Ricardo Obregón Cano y de la Universidad de Lanús.
El periodista y escritor Carlos Suárez recordó una frase de Puiggrós en la que afirmaba que “las izquierdas comparten con el liberalismo y el nacionalismo de minorías el hábito mental de conceptualizar conceptos en lugar de conceptualizar los hechos y la historia de la realidad argentina”. Destacó también la participación de Puiggrós en los periódicos de la resistencia peronista y más tarde, en el exilio, la concreción de su pensamiento latinoamericanista. “En su entierro en México –rememoró– estuvieron representantes del Frente Sandinista de Nicaragua, del Farabundo Martí salvadoreño, del ORPA de Guatemala, de todas las fuerzas mexicanas y del torrijismo panameño para rendirle homenaje.”
Por su parte, Carlos González, de la Juventud Peronista, reivindicó la militancia de Puiggrós en el peronismo montonero. Además se leyó una carta de Firmenich. “‘El Yrigoyenismo’, ‘El peronismo: sus causas’, ‘Las izquierdas y el problema nacional’, ‘Pueblo y oligarquía’... todas esas enseñanzas tuyas, tus consejos y hasta tus disculpas comprensivas de nuestra inexperiencia, bajo la reflexión de que ‘todo lo que nace es torpe’, nos forjaron en una forma de pensar”, afirmó el ex dirigente guerrillero que reside en Barcelona.