SOCIEDAD › LA CAMARA INVALIDO UNA PARTE DEL PROCESAMIENTO DE GRASSI
Por no conocer el nombre de Gabriel
Grassi deberá ser indagado nuevamente en relación con “Gabriel”, pero el testimonio del chico no se anula como habían pedido.
Por Mariana Carbajal
La defensa del padre Julio César Grassi se anotó ayer un triunfo y una derrota. Por un lado, la Cámara de Apelaciones y Garantías de Morón invalidó el procesamiento del cura en relación a los hechos denunciados por el chico conocido como “Gabriel”, al considerar que al desconocer quién era el menor que lo acusó, no se le garantizó el “adecuado ejercicio del derecho a defensa” durante la indagatoria. Sin embargo, el mismo tribunal ratificó la validez de la declaración del adolescente y rechazó un pedido de los abogados del sacerdote para que se anule ese testimonio por haber sido hecho bajo identidad reservada. De esta forma, Grassi continúa procesado por el delito de corrupción de menores –denunciado por “Ezequiel”– y con el mismo régimen de libertad vigilada, pero deberá volver a ser indagado en relación con la acusación de los dos hechos de abuso deshonesto agravado que le imputa Gabriel. Y en esa oportunidad, la fiscalía deberá informarle la identidad del joven. Además, la defensa de Grassi tendrá derecho a interrogar al menor y a pedir un careo con el sacerdote.
La Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Morón, integrada por los jueces Fermín Parera, Mario Moldes y Alberto Silvestrini, entendió que debió levantarse el secreto sobre la identidad de Gabriel al realizar la indagatoria a Grassi. Al no informarle quién era, no sólo se obstaculizó que Grassi “pudiera identificar los hechos (...) sino que hasta (se) le impidió pedir, de acuerdo con lo que resulte sobre la veracidad de su único imputante, su sobreseimiento”, señalaron los camaristas, en la resolución a la que tuvo acceso Página/12. Con estos fundamentos resolvieron declarar la nulidad de la declaración de Grassi en relación con los hechos denunciados por “Gabriel”.
“Estamos contentos porque se ha comprendido que fue un error absoluto de la fiscalía no revelar esa identidad, algo que ocurrió contra nuestra propia voluntad”, sostuvo el abogado de Grassi Jorge Sandro, en referencia a la actuación del fiscal Adrián Flores, ya separado de la causa. Sandro, uno de los letrados más caros de la Argentina, adelantó que en las próximas horas apelará ante la Cámara para que con los mismos argumentos “también caiga la acusación de Ezequiel”. Ayer, Sandro argumentó ante el tribunal de segunda instancia de Morón el pedido de recusación contra el fiscal general Federico Nieva Woodgate. “Explicamos distintos hechos que denotan su falta de neutralidad. El último y más significativo fue una declaración que hizo en el programa de televisión conducido por Majul, donde dijo que Grassi estaba yendo ‘en carromato hacia el cadalso’”, opinó Sandro. La defensa del sacerdote consiguió que sean apartados de la causa el primer fiscal y el primer juez que intervinieron.
“En el momento actual, los cargos contra Grassi casi han desaparecido”, celebró Sandro durante una conferencia de prensa convocada en su estudio para dar a conocer las novedades. De todas formas, Grassi continuará procesado por el delito de “corrupción de menores agravada por su condición de guardador”, referido a la acusación de “Ezequiel”. El chico denunció que vio al sacerdote manosear a otro menor de la Fundación Felices Los Niños dentro de la oficina del religioso. Además, la fiscal de Morón Rita Bustamante puede levantar la reserva de identidad de “Gabriel” y volver a citar a Grassi para indagarlo sobre los tres hechos denunciados por ese joven: “Dos de abuso deshonesto agravado reiterado en concurso ideal con uno de corrupción de menor agravada por la condición de guardador del sujeto activo”.
La Sala I no anuló el testimonio de “Gabriel”, como pidió la defensa de Grassi. Dijo que pudo tomarse con identidad reservada y mantenerse bajo esa condición durante la “investigación preliminar”. Pero que debió levantarse en el interrogatorio al imputado. Según Sandro, si Grassi reconoce a “Gabriel” como el joven que le pidió dinero para impedir la emisión del primer programa de “Telenoche Investiga” que se refirió al tema y darle información al respecto, podría reactivarse la causa abiertapor extorsión, en la cual el cura está siendo asistido por el abogado Luis Moreno Ocampo, otro de los letrados mejor pagos del país.
Lo que no se modificaron son las restricciones que pesan sobre el sacerdote. No puede estar en contacto con ningún menor de la Fundación Felices Los Niños, de acuerdo con una disposición del gobierno bonaerense. La jueza de Garantías de Morón, Mónica López Osornio, había sido menos severa en ese sentido y le había permitido ingresar al predio y ver a los chicos entre las 8.30 y las 18.30, siempre que estuviera acompañado por la hermana superiora de la entidad, Zulma. Grassi tampoco puede entrar a ninguna institución de menores de la Ciudad de Buenos Aires, según otra resolución del Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes del gobierno porteño.
La fiscal Bustamante, por otra parte, analiza si solicita que vuelva a prisión en función de haber violado uno de los compromisos que asumió al recuperar su libertad una semana atrás: aquel que le prohíbe referirse públicamente a los menores que lo acusaron. En sus primeras horas fuera de la cárcel, Grassi calificó a “Gabriel” de mentiroso en dos programas de televisión.