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La sindicalización de los docentes universitarios del sector privado continúa siendo una tarea muy difícil de concretar. Por ahora sólo tres casas de estudio privadas tienen delegaciones con representación gremial, a las que llegan tras un alto enfrentamiento con las autoridades académicas. “En la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) sucedió lo que hacen siempre: quieren meterles miedo a los docentes para que no se sindicalicen”, aseguró el secretario de universidades del Sindicato de Docentes Privados (Sadop), Manuel Navarro, en alusión al despido de una profesora “que promovió la afiliación” al gremio el año pasado. El gobierno nacional emitió una resolución en 2009 en la que habilita la negociación paritaria del sector para discutir el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) a pesar del rechazo de los funcionarios académicos.

“No tenemos un marco legal en el que nos podamos apoyar. Recién cuando se convoque a paritarias vamos a poder empezar a discutir con las autoridades de las universidades”, señaló a Página/12 el gremialista Navarro. Las dificultades que se les presentan a los profesores de las universidades privadas están íntimamente ligadas a la precariedad laboral que denuncian los sindicalistas. “Es insostenible la situación, no pagan las asignaciones familiares, no tenemos antigüedad ni jubilación docente”, agregó el sindicalista.

Los docentes nucleados en Sadop realizaron un escrache ante la sede de la UCES ayer a la mañana “para repudiar el despido de Diana Lacal y para reclamar que la universidad reconozca los derechos laborales de los trabajadores docentes” de la institución, señaló la delegada Mónica Vallejos. “Lacal trabajó durante más de 17 años en la universidad, y como fue una de las promotoras de la agremiación, las autoridades quieren asustar a los demás”, explicó la representante gremial. El conflicto en la UCES comenzó a partir de la organización de sus docentes alrededor del gremio. Primero las autoridades se opusieron y el Sadop debió presentar un recurso de amparo ante la Justicia. Una vez otorgado, el 17 de septiembre del año pasado los profesores eligieron a sus representantes. Este diario intentó comunicarse con las autoridades de la universidad, pero recibió más de una evasiva como respuesta.

Hace más de diez años se sindicalizó la Universidad de Palermo, primera universidad privada donde los docentes pudieron elegir a sus representantes. Con el correr de los años, solamente en dos casas de estudios más se avanzó en el mismo sentido: en la Universidad Abierta Interamericana y recientemente en la UCES. El régimen de contratación es el que establece la Ley de Contrato de Trabajo y el convenio que los cubre es el de empleados de comercio. “Es un contrasentido porque resulta que las universidades privadas se autodenominan instituciones de enseñanza, pero trabajan como empresas comerciales. Tanto es así que a algunos docentes los hacen facturar y en educación está prohibido, no hay monotributo”, resaltó el gremialista Navarro.

El caso de la UCES no es el único. “Cada universidad privada funciona como se le da la gana. Al no haber estatuto ni convenio colectivo, las reglas que existen les sirven sólo a los dueños de las universidades”, puntualizó Navarro. El punto que puede dar un vuelco a la situación es la posible realización de paritarias para discutir el Contrato de Trabajo. A raíz de pedidos del gremio para iniciar el procedimiento de negociación colectiva, el Ministerio de Trabajo rechazó las impugnaciones presentadas por más de treinta universidades privadas de todo el país y habilitó el inicio de las negociaciones. “Estamos esperando que se realice lo más rápido posible para comenzar a revertir la situación de precarización laboral que existe en las universidades privadas”, finalizó Navarro.